(EP) El Comité Ejecutivo de la FIFA se ha decantado por la Candidatura de Rusia para ser la sede del Mundial de 2018, apostando por ampliar las fronteras del fútbol y por ayudar a la consolidación de un 'nuevo país.
Joseph Blatter anunció a la ganadora a las 16.37 horas, para algarabía de la delegación rusa, liderada por el viceprimer ministro, Igor Shuvalov, ante la ausencia de Vladimir Putin, el director de candidatura, Alexei Sorokin, y la atleta Yelena Isinbayeva.
A pesar de que el informe técnico no era muy favorable, e incluso era el que presentaba más "riesgos", en comparación con los de España y Portugal e Inglaterra, en las últimas horas la candidatura fue convirtiéndose en favorita en las quinielas y acabó llevándose el voto mayoritario.
"Nos han elegido para organizar la Copa Mundial de 2018 y les puedo prometer que no lo lamentarán. Hagamos historia todos juntos", confió Shuvalov, cuyo país organizará también los Juegos de Invierno en Sochi 2014.
De esta forma, Rusia tomará el relevo de Brasil 2014, con lo que el Mundial llegará a la Europa más oriental, en una apuesta similar a la que adoptó la UEFA hace unos años, ya que la Eurocopa de 2012 será en Polonia y Ucrania, un motivo para seguir ampliando fronteras.
La pujanza económica y la fiel promesa de cumplir con las exigencias de la FIFA ha hecho a los miembros del Ejecutivo decantasen por este proyecto que actualmente es más una ilusión que una realidad, ya que las necesidad de mejora de las infraestructuras es primordial.
De hecho, de los 16 estadios que propone la Candidatura, 13 deben construirlos y tres renovarlos, lo que le convertía en la que más debía invertir en este aspecto. De hecho, según la perspectivas, la inversión en los estadios será de 3,82 miles de millones de dólares, aunque se pondrían a disposición de los aficionados 3,1 millones de entradas.
Además, las mayores preocupaciones de la FIFA estaban en las infraestructuras de transporte, sobre todo dada la gran extensión del país y porque la red de alta velocidad es limitada y sólo uniría a seis de las 13 ciudades anfitrionas, lo que podría provocar problemas en los desplazamientos.
Para el organismo, esta situación trasladaría mucho peso al tráfico aéreo, lo que causaría desafíos en los traslados, algo que se consideró un riesgo "alto", sin olvidar los problemas por la diferencia horaria con el resto de Europa, que además varía por zona, pero la confianza de la FIFA es máxima en que el 'gigante' ruso pueda asumir todo el gasto necesario, a ocho años vista.
Así, lo hicieron saber durante su presentación definitiva de este jueves, en la que --en ausencia del presidente del país, Vladimir Putin, que tenía previsto volar a Zurich en caso de victoria-- fueron protagonistas también la atleta Yelena Isinbayeva y el futbolista del Arsenal Andrei Arshavin.
Los ponentes enfatizaron en cómo Europa Oriental merece organizar algún Mundial y en la forma en la que acoger esta gran cita beneficiaría el desarrollo de la zona, dejando un legado espectacular en todos los aspectos.
Joseph Blatter anunció a la ganadora a las 16.37 horas, para algarabía de la delegación rusa, liderada por el viceprimer ministro, Igor Shuvalov, ante la ausencia de Vladimir Putin, el director de candidatura, Alexei Sorokin, y la atleta Yelena Isinbayeva.
A pesar de que el informe técnico no era muy favorable, e incluso era el que presentaba más "riesgos", en comparación con los de España y Portugal e Inglaterra, en las últimas horas la candidatura fue convirtiéndose en favorita en las quinielas y acabó llevándose el voto mayoritario.
"Nos han elegido para organizar la Copa Mundial de 2018 y les puedo prometer que no lo lamentarán. Hagamos historia todos juntos", confió Shuvalov, cuyo país organizará también los Juegos de Invierno en Sochi 2014.
De esta forma, Rusia tomará el relevo de Brasil 2014, con lo que el Mundial llegará a la Europa más oriental, en una apuesta similar a la que adoptó la UEFA hace unos años, ya que la Eurocopa de 2012 será en Polonia y Ucrania, un motivo para seguir ampliando fronteras.
La pujanza económica y la fiel promesa de cumplir con las exigencias de la FIFA ha hecho a los miembros del Ejecutivo decantasen por este proyecto que actualmente es más una ilusión que una realidad, ya que las necesidad de mejora de las infraestructuras es primordial.
De hecho, de los 16 estadios que propone la Candidatura, 13 deben construirlos y tres renovarlos, lo que le convertía en la que más debía invertir en este aspecto. De hecho, según la perspectivas, la inversión en los estadios será de 3,82 miles de millones de dólares, aunque se pondrían a disposición de los aficionados 3,1 millones de entradas.
Además, las mayores preocupaciones de la FIFA estaban en las infraestructuras de transporte, sobre todo dada la gran extensión del país y porque la red de alta velocidad es limitada y sólo uniría a seis de las 13 ciudades anfitrionas, lo que podría provocar problemas en los desplazamientos.
Para el organismo, esta situación trasladaría mucho peso al tráfico aéreo, lo que causaría desafíos en los traslados, algo que se consideró un riesgo "alto", sin olvidar los problemas por la diferencia horaria con el resto de Europa, que además varía por zona, pero la confianza de la FIFA es máxima en que el 'gigante' ruso pueda asumir todo el gasto necesario, a ocho años vista.
Así, lo hicieron saber durante su presentación definitiva de este jueves, en la que --en ausencia del presidente del país, Vladimir Putin, que tenía previsto volar a Zurich en caso de victoria-- fueron protagonistas también la atleta Yelena Isinbayeva y el futbolista del Arsenal Andrei Arshavin.
Los ponentes enfatizaron en cómo Europa Oriental merece organizar algún Mundial y en la forma en la que acoger esta gran cita beneficiaría el desarrollo de la zona, dejando un legado espectacular en todos los aspectos.
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