(Efe) El Internacional brasileño ganó su primera Copa Sudamericana con un sufrido empate 1-1 sobre el Estudiantes de La Plata argentino, logrado en la prórroga después de que los argentinos se impusieran en el tiempo reglamentario. Después de una primera mitad del Inter, Agustín Alayes fue el responsable de cambiar el signo del partido y de forzar la prolongación después de rematar a las redes un saque de falta que igualó el resultado de la semana anterior en Ciudad de La Plata.
En el tiempo añadido, Nilmar envió el balón en las redes para el delirio de la afición 'colorada', que puede celebrar ser el primer equipo brasileño en ganar la Sudamericana. Nilmar y su compañero de equipo Alex se proclamaron goleadores del certamen al marcar cinco goles.
Gracias a este triunfo, el conjunto 'colorado' volverá a disputar la Recopa Sudamericana, que ya venció en 2007, ahora contra el campeón de la Libertadores, el ecuatoriano Liga de Quito.
El técnico Leonardo Astrada sorprendió a propios y extraños al modificar el esquema del equipo y plantear una línea defensiva con tan solo tres hombres, en lugar de los cuatros habituales, para darle prioridad al centro del campo, donde tendió una maraña de jugadores para tratar de disputarle al Inter la posesión del balón.
No obstante, la acumulación de jugadores argentinos no fue suficiente para parar al Inter, que dominó en la zona ancha y se impuso demostrando superioridad física y técnica sobre la formación estudiantil, al igual que ocurrió en el partido de ida jugado la semana pasada en Ciudad de La Plata.
En los primeros 45 minutos, el acoso de los brasileños a la portería del 'Pincha' fue creciente, con incisivas penetraciones hasta el corazón del área y un peligroso tiro a media distancia de Andrezinho, que Mariano Andújar atajó con solvencia. El Estudiantes, capitaneado por Juan Sebastián Verón, encontraba dificultad para atravesar las expeditivas líneas coloradas.
En la segunda mitad, el Estudiantes recuperó compostura, disputó la pelota en el centro de la cancha y aumentó la presión sobre los brasileños, que demostraron su primera brecha defensiva precisamente en la jugada del gol. Leandro Benítez sirvió un lanzamiento de falta bombeado hacia el centro del área. La zaga del Inter se descuidó en el marcaje y dejó libre a Agustín Alayes, que la recibió en el segundo palo y la envió a las redes de volea, para empatar la eliminatoria.
Tras el tanto, el partido se abrió. El Estudiantes acechó el área brasileña con internadas cada vez más insistentes y peligrosas, con Marco Angeleri como protagonista en casi todas ellas, mientras que el Inter se intentó reponer del mazazo con más garra que orden y con D'Alessandro y Nilmar cada vez más diluidos.
Con las espadas en alto, el partido llegó a la prórroga ganando aún más en intensidad y en ocasiones en ambas áreas, propiciadas por las visibles marcas del cansancio en varios jugadores.
El Internacional tuvo su mejor ocasión en la primera mitad de la prórroga en una serie de cuatro remates a bocajarro consecutivos, que no encontraron las redes de forma inexplicable porque rebotaron en jugadores del Inter y del Estudiantes, además de por la última salvadora parada de Andújar.
Ya en la segunda parte, en otra jugada con varios rebotes en el área tras un córner botado por Andrés D'Alessandro, la suerte favoreció a Nilmar, que aprovechó el último rechace para conseguir el agónico gol y la copa de campeón.
En el tiempo añadido, Nilmar envió el balón en las redes para el delirio de la afición 'colorada', que puede celebrar ser el primer equipo brasileño en ganar la Sudamericana. Nilmar y su compañero de equipo Alex se proclamaron goleadores del certamen al marcar cinco goles.
Gracias a este triunfo, el conjunto 'colorado' volverá a disputar la Recopa Sudamericana, que ya venció en 2007, ahora contra el campeón de la Libertadores, el ecuatoriano Liga de Quito.
El técnico Leonardo Astrada sorprendió a propios y extraños al modificar el esquema del equipo y plantear una línea defensiva con tan solo tres hombres, en lugar de los cuatros habituales, para darle prioridad al centro del campo, donde tendió una maraña de jugadores para tratar de disputarle al Inter la posesión del balón.
No obstante, la acumulación de jugadores argentinos no fue suficiente para parar al Inter, que dominó en la zona ancha y se impuso demostrando superioridad física y técnica sobre la formación estudiantil, al igual que ocurrió en el partido de ida jugado la semana pasada en Ciudad de La Plata.
En los primeros 45 minutos, el acoso de los brasileños a la portería del 'Pincha' fue creciente, con incisivas penetraciones hasta el corazón del área y un peligroso tiro a media distancia de Andrezinho, que Mariano Andújar atajó con solvencia. El Estudiantes, capitaneado por Juan Sebastián Verón, encontraba dificultad para atravesar las expeditivas líneas coloradas.
En la segunda mitad, el Estudiantes recuperó compostura, disputó la pelota en el centro de la cancha y aumentó la presión sobre los brasileños, que demostraron su primera brecha defensiva precisamente en la jugada del gol. Leandro Benítez sirvió un lanzamiento de falta bombeado hacia el centro del área. La zaga del Inter se descuidó en el marcaje y dejó libre a Agustín Alayes, que la recibió en el segundo palo y la envió a las redes de volea, para empatar la eliminatoria.
Tras el tanto, el partido se abrió. El Estudiantes acechó el área brasileña con internadas cada vez más insistentes y peligrosas, con Marco Angeleri como protagonista en casi todas ellas, mientras que el Inter se intentó reponer del mazazo con más garra que orden y con D'Alessandro y Nilmar cada vez más diluidos.
Con las espadas en alto, el partido llegó a la prórroga ganando aún más en intensidad y en ocasiones en ambas áreas, propiciadas por las visibles marcas del cansancio en varios jugadores.
El Internacional tuvo su mejor ocasión en la primera mitad de la prórroga en una serie de cuatro remates a bocajarro consecutivos, que no encontraron las redes de forma inexplicable porque rebotaron en jugadores del Inter y del Estudiantes, además de por la última salvadora parada de Andújar.
Ya en la segunda parte, en otra jugada con varios rebotes en el área tras un córner botado por Andrés D'Alessandro, la suerte favoreció a Nilmar, que aprovechó el último rechace para conseguir el agónico gol y la copa de campeón.
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