El Manchester United salió airoso de la tanda de penales en la final de la Copa de la Liga ante el Tottenham y agrandó la cosecha de éxitos acaparados en la presente temporada.
El United, que conquistó en Wembley su tercera Copa de la Liga después de desplazar del trono al vigente campeón, el Tottenham, que logró el triunfo hace un año de la mano del preparador español Juande Ramos, ahora en el Real Madrid.
El Tottenham plantó siempre pelea y no rehuyó la lucha por un título que hizo suyo en cuatro ocasiones. Y eso que el conjunto de Harry Redknapp emprendió el objetivo con bajas sensibles. Sin el irlandés Robbie Keane, el italiano Carlo Caducini, el hondureño Wilson Palacios ni el francés Pascal Chimbonda. Parte de sus flamantes adquisiciones impedidos para la ocasión por haber disputado ya este torneo con sus antiguos clubes.
El Tottenham invitó al Manchester a un descarado cuerpo a cuerpo. Fergusson dosificó sus fuerzas. Dejó al margen de la cita a hombres como Wayne Rooney, al que dosifica después de su vuelta a la competición y al hombre récord. El meta holandés Erwind Van der Sar.
Ben Fosters fue el sustituto del veterano guardameta. Y no decepcionó. Sacó de apuros a su equipo en más de una ocasión e inclinó la tanda de penaltis para el United, cuando detuvo, bien, el lanzado por Jamie O'Hara. El primero del Tottenham y que dejó encarrilado el éxito del Manchester.
No hubo excesivas ocasiones para desnivelar un encuentro equilibrado desde el inicio. El argentino Carlos Tévez dispuso de una de las más claras. Fue en la segunda parte, tras un disparo de Johnny Evans. El sudamericano, pegado al palo derecho de la meta del brasileño Heurelho Gomes, se encontró precipitado con el balón pero no acertó a rematar.
Fueron los momentos en los que el conjunto de Alex Ferguson había apretado el acelerador después de una primera mitad en la que el Tottenham había dejado claras sus intenciones.
Aaron Lennon pudo dar la ventaja al Tottenham cuando recibió un balón dentro del área. Luca Modric la dejó pasar. Paró la pelota y la controló, pero Ben Foster desvió fuera la opción.
El brasileño Anderson, que salió en la segunda parte, también puso a prueba la meta del Tottenham. Su compatriota Gomes respondió. La más clara llegó en el tiempo de descuento. El portugués Cristiano Ronaldo pudo impedir la prórroga si su potente disparo no hubiera sido rechazado por el palo en el descuento. El poste salvó al Tottenham, que prolongó su presencia en la final.
En el tiempo extra, una acción de Modric y aprovechada por Darren Bent fue desviada por Foster con el pie antes de los penales.En los tiros el United dejó patente su talento. Ryan Giggs, Carlos Tévez, Cristiano Ronaldo, Anderson. Demasiada brillantez para encomendarse a la suerte. Nadie de ellos falló. Sellaron el éxito impulsados por los errores de O'Hara y David Bentley, que tiró fuera.
El United, que conquistó en Wembley su tercera Copa de la Liga después de desplazar del trono al vigente campeón, el Tottenham, que logró el triunfo hace un año de la mano del preparador español Juande Ramos, ahora en el Real Madrid.
El Tottenham plantó siempre pelea y no rehuyó la lucha por un título que hizo suyo en cuatro ocasiones. Y eso que el conjunto de Harry Redknapp emprendió el objetivo con bajas sensibles. Sin el irlandés Robbie Keane, el italiano Carlo Caducini, el hondureño Wilson Palacios ni el francés Pascal Chimbonda. Parte de sus flamantes adquisiciones impedidos para la ocasión por haber disputado ya este torneo con sus antiguos clubes.
El Tottenham invitó al Manchester a un descarado cuerpo a cuerpo. Fergusson dosificó sus fuerzas. Dejó al margen de la cita a hombres como Wayne Rooney, al que dosifica después de su vuelta a la competición y al hombre récord. El meta holandés Erwind Van der Sar.
Ben Fosters fue el sustituto del veterano guardameta. Y no decepcionó. Sacó de apuros a su equipo en más de una ocasión e inclinó la tanda de penaltis para el United, cuando detuvo, bien, el lanzado por Jamie O'Hara. El primero del Tottenham y que dejó encarrilado el éxito del Manchester.
No hubo excesivas ocasiones para desnivelar un encuentro equilibrado desde el inicio. El argentino Carlos Tévez dispuso de una de las más claras. Fue en la segunda parte, tras un disparo de Johnny Evans. El sudamericano, pegado al palo derecho de la meta del brasileño Heurelho Gomes, se encontró precipitado con el balón pero no acertó a rematar.
Fueron los momentos en los que el conjunto de Alex Ferguson había apretado el acelerador después de una primera mitad en la que el Tottenham había dejado claras sus intenciones.
Aaron Lennon pudo dar la ventaja al Tottenham cuando recibió un balón dentro del área. Luca Modric la dejó pasar. Paró la pelota y la controló, pero Ben Foster desvió fuera la opción.
El brasileño Anderson, que salió en la segunda parte, también puso a prueba la meta del Tottenham. Su compatriota Gomes respondió. La más clara llegó en el tiempo de descuento. El portugués Cristiano Ronaldo pudo impedir la prórroga si su potente disparo no hubiera sido rechazado por el palo en el descuento. El poste salvó al Tottenham, que prolongó su presencia en la final.
En el tiempo extra, una acción de Modric y aprovechada por Darren Bent fue desviada por Foster con el pie antes de los penales.En los tiros el United dejó patente su talento. Ryan Giggs, Carlos Tévez, Cristiano Ronaldo, Anderson. Demasiada brillantez para encomendarse a la suerte. Nadie de ellos falló. Sellaron el éxito impulsados por los errores de O'Hara y David Bentley, que tiró fuera.
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