En Mestalla se enfrentaban los 'Reyes de Copas', con 23 y 24 títulos, aunque esta noche la ilusión por levantar la preciada Copa igualaba las fuerzas para un Athletic que luchaba contra un rival que encandila con su fútbol y que aspira a ganarlo todo esta temporada.
Y la ilusión del pequeño comenzó dando el primer golpe. El Barça sabía que el conjunto bilbaíno no se iba a amilanar, pero se vio sorprendido por el empuje de un Athletic bien plantado que jugaba de tú a tú.
Apenas 8 minutos tardaron los de Pep Guardiola en notar el primer zarpazo del 'león'. Javi Martínez avisó a Pinto con un derechazo, que el meta gaditano desvió a córner. Ya lo advirtió el capitán Joseba Etxeberria hace una semana: "El Athletic es superior al Barça en estrategia", y Toquero lo demostró. Nada pudo hacer Pinto con el remate del cabeza del vitoriano al segundo palo. El gol enardeció a la afición rojiblanca que al grito de 'Ari, ari, ari, Toquero lehendakari' empezó a creerse el sueño.
El Barcelona no reaccionaba. En el minuto 18 Bojan amagó demasiado desde la derecha de la portería de Iraizoz y éste detuvo sin problemas. Los blaugranas estaban irreconocibles. Tardaron 26 minutos en lanzar entre los tres palos del meta navarro, con un lanzamiento de Eto'o.
Pero la genialidad, tarde o temprano aparece, y si de algo está colmada la plantilla blaugrana es de genios. Touré fue el primero, desde el medio campo y en jugada personal, igualando el marcador en el minuto 30 y celebrando el gol con un insultante corte de manga. El Barça se venía arriba y a un minuto para el descanso Alves lanzaba el último aviso antes del descanso que se iba desviado un palmo.
Se inició la segunda parte y con ella la debacle del Athletic. Primero apareció el genio argentino, Messi. Hasta dos veces avisó. La primera logró sacarla Aitor Ocio apenas reanudado el juego; la segunda la detuvo Iraizoz, que nada pudo hacer con el tercer remate en apenas siete minutos del de Santa Fé.
Con Messi comenzó el recital. El Barcelona jugaba a placer. El Athletic estaba roto. La afición bilbaína, acongojada, enmudeció. Bojan anotó el tercero en el 59 y cinco minutos después lo hizo Xavi de falta directa. Era demasiado castigo para los de Caparrós.
No se apiadó sin embargo el Barça, aunque Iraizoz, con cuatro paradas magistrales evitó una sangría mayor. Tampoco Guadiola tuvo reparos en continuar añadiendo más espinas al conjunto rojiblanco y ninguno de los tres cambios que realializó en los instantes finales afectó a Messi, al que mantuvo hasta la conclusión sobre el césped, pese a que la afición blaugrana le pedía el cambio porque la Liga y la 'Champions' le esperan. Y los títulos, dos más, probablemente también.
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