El conjunto de Thomas Schaaf volvio a llevar, como sucediera en la ida, el peso del encuentro de la mano del brasileño Diego, dueño y señor del juego en la medular, obteniendo su recompensa ante un Hamburgo que pecó en exceso de conformismo y acabó pagando su apatía.
El tanto inicial del croata Ivica Olic parecía derrumbar las esperanzas del Werder Bremen, acrecentando el conservadurismo del cuadro local. Sin embargo, el duro golpe no redujo ni un ápice la fe de Diego, que lideró la heroica remontada de los suyos en la segunda mitad.
De una combinación suya con Pizarro nació el primer tanto del Werder, el del empate. El tanto sembró la inestabilidad en el Hamburgo, que a pesar de jugar en casa se echó aún más atrás, desasistiendo a Ivica Olic, el mejor de los suyos.
La dinámica del encuentro hacía empujar más al Werder Bremen, con el Hamburgo agazapado conservando su mínima renta y Diego agigantando su figura sobre el césped. El conjunto de Schaaf crecía al ritmo que marcaba el carioca y el gol no tardaría en llegar.
Pizarro, tan errático en la ida como constante en la vuelta, sacó un disparo potente mediada la segunda mitad que Rost no acertó a blocar. El Hamburgo había dilapidado su renta y estaba fuera de la final de Estambul.
Los de Martin Jol buscaron, ahora sí, el gol. Su evidente necesidad, sus simples argumentos, contrastaban de pleno con los de su rival, que siguió haciendo gala del fútbol de toque hasta hacer el tercer tanto, obra de Baumann, que consumaba la remontada y 'mataba' la eliminatoria.
El segundo gol de Ivica Olic cuando el choque agonizaba fue baldío. El Werder Bremen jugará el próximo 20 de mayo la primera final de la Copa de la UEFA de su historia, lo hará ante el Shakthar Donest ucraniano aunque sin la joya de su corona, el brasileño Diego, que tendrá que cumplir sanción.
A pesar de haberse adelantado gracias a un gol tempranero de Jadson, el conjunto de Donetsk tuvo que pelear hasta el último minuto para conseguir el pase a la final. La relajación permitió la igualada y sólo un gol en el 89 de Ilsinho permitirá al Shakthar disputar su primera final europea.
Los de Mircea Lucescu salieron decididos a por la eliminatoria, pero pronto cayeron en la complacencia y cedieron la iniativa al Dinamo. Y es que al cuarto de hora, el conjunto 'minero' ya se había adelantado gracias a la sutileza de Jadson. El brasileño resolvió una jugada confusa en el área con un preciso remate de primeras con el interior frente al que no pudo hacer nada Bogush.
Tanto concedió el Shaktar que hasta lo hizo con el empate. El Dinamo de Kiev pareció contagiarse del juego asociativo de sus rivales brasileños y recién iniciada la segunda parte hiló una gran jugada en tres cuartos de cancha que culminó Bangoura tras un pase al hueco de Aliyev. El ariete guineano se plantó sólo ante Pyatov y, con la calma necesaria, definió por alto.
El tanto obligó a reaccionar a los de Lucescu. Sabedores de su superioridad con el balón en su poder, los 'mineros' se hicieron con el control del partido y dominaron al bloque de Yuri Semin, que perdió la claridad de la que había disfrutado hasta entonces.
El Kiev dio por bueno un empate que mandaba el partido a la prórroga, pero finalmente se impuso el deseo del Shakhtar. Tras una apertura a la banda izquierda, Ilsinho encaró a su par, se abrió hacia el centro y disparó al segundo palo para darle la victoria y el pase a la final al Shakhtar Donetsk.
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