(As) El Inter se proclamó campeón de la Serie A anoche sin saltar al campo. La derrota del Milán en Udine (2-1) dio el título a los de Mourinho, que hoy convertirán su encuentro ante el Siena en San Siro en una auténtica fiesta. Los nerazzurri suman de esta manera su 17º Scudetto y el cuarto consecutivo, lo que indica que su hegemonía dentro del fútbol italiano es ya toda una realidad.
El Inter, que tampoco ha jugado un fútbol brillante aunque sí efectivo a lo largo de la temporada, se ha beneficiado de la irregularidad de sus principales adversarios. El Roma estuvo lejos del nivel mostrado en los últimos años, la Juventus se desinfló en el tramo final y el Milán, que ha ido de menos a más, flaqueó en los momentos clave, como ayer ante el Udinese. El cuadro de Ancelotti, en el que Maldini jugó su partido número 900 y Ronaldinho volvió a ser suplente, sucumbió por 2-1 a causa de los goles de D'Agostino, de penalti, y de Zapata. Sólo Ambrosini, en el descuento, pudo acortar distancias, pero ya muy tarde.
La celebración de esta noche en San Siro tendrá como focos de atención a Mourinho e Ibrahimovic, que han estado reñidos con la afición y han llegado incluso a tener enfrentamientos públicos. Su futuro, pese al título logrado, parece fuera del club. Por otra parte, ayer también ascendió a la Serie A el Parma, que de este modo regresa después de pasar sólo una campaña en la Serie B.
El Inter, que tampoco ha jugado un fútbol brillante aunque sí efectivo a lo largo de la temporada, se ha beneficiado de la irregularidad de sus principales adversarios. El Roma estuvo lejos del nivel mostrado en los últimos años, la Juventus se desinfló en el tramo final y el Milán, que ha ido de menos a más, flaqueó en los momentos clave, como ayer ante el Udinese. El cuadro de Ancelotti, en el que Maldini jugó su partido número 900 y Ronaldinho volvió a ser suplente, sucumbió por 2-1 a causa de los goles de D'Agostino, de penalti, y de Zapata. Sólo Ambrosini, en el descuento, pudo acortar distancias, pero ya muy tarde.
La celebración de esta noche en San Siro tendrá como focos de atención a Mourinho e Ibrahimovic, que han estado reñidos con la afición y han llegado incluso a tener enfrentamientos públicos. Su futuro, pese al título logrado, parece fuera del club. Por otra parte, ayer también ascendió a la Serie A el Parma, que de este modo regresa después de pasar sólo una campaña en la Serie B.
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