(Efe) Un gol del delantero Wayne Rooney a falta de un cuarto de hora para el final, consumó la remontada del Manchester United contra el Aston Villa (2-1), que prolongó el dominio del conjunto de Alex Ferguson en la Carling Cup.El United retuvo la corona de la competición, que formó parte de la jugosa cosecha lograda el pasado año. Ahora, en plena persecución y acoso al Chelsea por el liderato de la Premier, que se le resiste, ha inaugurado su relación de triunfos de 2010 para sumar el cuarto trofeo de su historia en esta competición.
Mucho tuvo que ver en ello la aparición de Wayne Rooney. El atacante de Liverpool no ha rehuido de la responsabilidad, que ha acaparado con la marcha del portugués Cristiano Ronaldo.
Alex Ferguson le mantuvo en la reserva de inicio. Salió Michael Owen en su lugar. El veterano atacante, de hecho, enmendó la situación del United, que se encontró con el duelo cuesta arriba con el penalti transformado por James Milner a los cinco minutos.
El Aston Villa tomó ventaja. Le iba mucho en el envite. Tenía ante sí la opción de poner fin a la sequía de títulos de catorce años. Pero se lo impidió el segundo equipo con más triunfos en la Copa de la Liga, con cinco, sólo dos por debajo del Liverpool.
Owen logró el empate poco antes del cuarto de hora de juego impulsado por la avalancha ofensiva de su equipo. Después dejó su sitio a Rooney, que entró antes del descanso. La aparición de la estrella inglesa fue providencial. De cabeza, aprovechó un centro del ecuatoriano Antonio Valencia para batir al estadounidense Brad Friedel.
No fructificó la reacción del Aston Villa, especialmente por medio del juego aéreo y por la velocidad de Ashley Young. No tuvo el acierto suficiente como para evitar la victoria del Manchester United, que añadió la Copa de la Liga a su cosecha de 2010.
Ahí está, hoy antes del partido que el Manchester City ganó al Chelsea por 2-4 el jugador del City Wayne Bridge negando el saludo al capitán de los 'blues' por la aventura que John Terry tuvo con la mujer de Bridge:
(Efe) El futbolista brasileño Roberto Carlos ha presentado una colección de moda masculina y femenina de su nueva marca de ropa 'RC3' y ha asegurado que pretende que desfilen para él las más codiciadas modelos y actrices del mundo.
(EP) El Sevilla consiguió hoy un valioso empate (1-1) ante el CSKA Moscú en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, que sirve a los pupilos de Manolo Jiménez para tomar una ligera ventaja en la eliminatoria, la cual se decidirá dentro de tres semanas en el Ramón Sánchez Pizjuán. El conjunto nervionense se presentaba a la cita con las bajas de los lesionados Squillaci y Konko, a las que se sumaron, antes de viajar hacia tierras rusas, las de Diego Capel y Luis Fabiano, ambos por diversas molestias físicas. Por parte del CSKA se quedó sin vestir uno de sus mayores peligros, el delantero Alan Dzagoev, a causa de una lesión muscular, un contratiempo que obligó al técnico local, Leonid Slutski, a hacer debutar de inicio al japonés Keisuke Honda.
La temperatura ambiental finalmente no fue tan baja como apuntaban las predicciones; de hecho, en el arranque del envite el termómetro registraba cero grados. Así las cosas, los primeros minutos del choque se desarrollaron principalmente en la zona de medios, ya que ambas escuadras estaban bien plantadas sobre el terreno de juego, fruto, quizás, del respeto mutuo que se profesaban así como por la importancia de la contienda.
La primera aproximación con cierto peligro se produjo por parte sevillista, en el minuto 7, a raíz de un centro de Adriano al que no llegó por muy poco Renato, que había ganado la posición a su marcador y se encontraba solo en el área. A renglón seguido los rusos mandaron el primer aviso serio a la retaguardia andaluza, a través de un lanzamiento lejano de Honda que se estrelló en el lateral de la portería defendida por Palop. Poco después el que lo intentó fue el chileno Mark González, pero su acrobático disparo se marchó a las nubes del cielo moscovita.
El CSKA mandaba en el dominio de la pelota y, además, cuando le tocaba defender, tenía bien cubierta las bandas, lo que evitaba las internadas tanto de Adriano como de Navas. Sin embargo, en el minuto 24, apareció la figura de Álvaro Negredo, que hasta entonces no había participado mucho en el juego, para inaugurar el marcador. Y lo hizo, precisamente, tras empujar a la red un buen servicio de Navas que no pudieron obstaculizar ni Ignashevic, primero, ni Akinfeev, después.
La réplica de los moscovitas al gol del Sevilla no se hizo esperar, aunque el disparo de Honda se marchó nuevamente desviado. El CSKA estiró líneas para intentar igualar el envite, pero su falta de movilidad en la vertiente atacante supuso un lastre en sus aspiraciones, por lo que al descanso se llegó con ventaja mínima para los nervionenses gracias al gol de Negredo, el primero en su carrera en la máxima competición continental.
En la reanudación, Honda, muy incisivo en todo momento, tuvo la oportunidad más clara de los rusos hasta entonces para equilibrar el luminoso, pero su cabezazo se marchó fuera. Los sevillistas seguían bien plantados y repelían los tímidos acercamientos del CSKA sin problemas. Con todo, en el minuto 65, un potente zurdazo desde fuera del área obra del ex bético Mark González sorprendió a Palop y supuso el 1-1 en el marcador.
El Sevilla no se amilanó por ello y pudo ponerse por delante nuevamente, pero Perotti no llegó al centro-chut realizado por Navas. El hecho de que estén en pleno rodaje de pretemporada bien pudo pasar factura al CSKA, que no se prodigó en exceso en ataque en lo sucesivo, si bien es cierto que todavía pudieron desnivelar el partido a falta de pocos minutos para su conclusión con un mano a mano protagonizado por el checo Necid que salvó milagrosamente el cancerbero blanquirrojo.
Previamente, los que tuvieron el gol fueron los hispalenses, por mediación de una falta de Stankevicius que no encontró portería. Pero de ahí al final el marcador no se movió más, con lo que el Ramón Sánchez Pizjuán dictará sentencia y podría ser el escenario donde se certifique el acceso del Sevilla, por primera vez en su historia, a los cuartos de final de la 'Champions'.
(EP) El FC Barcelona consiguió un buen empate en el partido de ida de los octavos de final en su visita al Stuttgart (1-1), en un partido donde los blaugrana no estuvieron cómodos al no poder desplegar su juego habitual debido al empuje de los alemanes, que sorprendieron al vigente campeón de 'Champions' en una eliminatoria que se decidirá en el Camp Nou. Una presión asfixiante por parte del Stuttgart, que no desapareció hasta los minutos finales del encuentro por puro cansancio de sus jugadores, evitó que el Barcelona pudiera desplegar sus armas. El toque, la creatividad y la visión entre líneas brillaron por su ausencia en los hombres de Guardiola, quien estuvo nervioso todo el partido desde la banda.
El Stuttgart de Gross está demostrando en la Bundesliga que tiene plantilla para estar arriba, y que su 'pájara' larga y monumental era psicológica. Hoy, ante los blaugrana, conscientes de que la calidad no era pareja, tiró de físico y entrega para llevar el partido a su terreno. Con Xavi quizá falto de ritmo, y con Iniesta en la izquierda, los 'jugones' fueron más fáciles de controlar.
Pese a ello, Messi se mostró activo al inicio y sólo un resbalón evitó que finalizara una jugada marca de la casa. Sin embargo, el gran peligro fue teutón y llegó en rápidas contras que pillaron desprevenida a una avanza y un tanto lenta defensa blaugrana. Cacau, con confianza tras los 4 goles endosados al Colonia, fue una pesadilla para Márquez, incapaz de alcanzarle en carrera.
Gebhart y Khedira, unas de las promesas de los alemanes y que podrían estar en el Mundial de Sudáfrica, movieron el juego alemán y no dejaron cómodo al Barcelona. A base de centros laterales, los locales asediaron el área de Valdés y, en el minuto 25, pusieron el 1-0 en el electrónico. Cacau, a centro preciso y duro de Gebhart, batió a Valdés ante el salto inútil del capitán Puyol.
El Barcelona, ausente en el campo, sufrió más que nunca en esta temporada y no se fue la descanso con un resultado peor porque los alemanes no supieron definir. Por el lado blaugrana, Messi no dejó de intentarlo pero no anduvo fino el astro argentino. Aún así, un disparo desde lejos muy centrado casi sorprende a Lehmann, que no atajó el balón y éste, a cámara lenta, se detuvo al topar con el palo. Lejos de asustarse, los alemanes se fueron arriba y Valdés salvó un mano a mano con el ruso Pogrebnyak, que se escapó de Piqué con un cambio de ritmo.
A los 6 minutos de la reanudación, cuando parecía que la dinámica iba a ser la misma que en la primera parte, apareció el sueco Ibrahimovic para igualar la contienda y meter al vigente campeón en el partido. Un centro lejano de Busquets llegó con algo de fortuna a Piqué, quien se la puso de cabeza a Ibrahimovic para que éste empalmara una volea con el interior del pie derecho.
El balón se estrelló en el pecho de Lehmann, quien ya no pudo hacer nada con el segundo disparo del sueco, que empató el encuentro y metió al equipo blaugrana en él. Al Stuttgart le sentó el gol como un jarro de agua fría, aunque dispuso de algunas ocasiones para volver a adelantarse, como un tiro cruzado de Khedira desde la frontal del área.
Con un partido más loco de lo deseado para el Barça, el balón pudo entrar en cualquiera de las dos áreas. En la de Lehmann, que hizo una de las suyas al ir a por un balón raso tirándose a lo 'Karate kid' ante un pasivo Puyol, con una ocasión de Ibrahimovic que sacó Molinaro, bajo los palos, con el brazo y, en el área del Barcelona, Valdés estuvo providencial ante Marica.
No pudo completar la remontada el Barcelona, y más bien evitó irse a Barcelona con una derrota que no hubiera sido injusta.
(EP) El Real Zaragoza ha llegado a un acuerdo con el Palmeiras brasileño para el traspaso de Ewerthon, según anuncio hoy el club a través de su página web, poniendo fin a la andadura del delantero carioca en el club aragonés, que le había dejado sin ficha el pasado mercado de invierno. Ewerthon estuvo a punto de fichar por el Real Betis hace exactamente tres semanas, pero decidió abortar su traspaso apenas cinco minutos antes del cierre del mercado invernal. Desde ese momento, se había quedado sin ficha y tanto el jugador como el club buscaban una salida que se ha producido hoy.
