Las cuentas van quedando claras en el deportivismo. Y no deben haber dejado demasiado conformes a los directivos, sobre todo en un tema muy particular: el de los descartes.
Por un lado, el Deportivo se ha gastado 9,2 millones de euros en sus 14 incorporaciones (entre ellas algunas que han llegado gratis, como el joven Adrián, ex del Real Oviedo), pero el problema blanquiazul radica en la situación de los cuatro futbolistas que no han podido encontrar un nuevo equipo al cierre del mercado de traspasos.
El caso más significativo es el de Diego Tristán, quien ha rescindido su contrato con el club, al igual que Scaloni y el 'Toro' Acuña. Pero el delantero tenía por delante un año y nueve meses de contrato en Riazor, con lo cual aún debe resolver el 'finiquito', y el asunto no está nada claro.
Por estos casi dos años de contrato, Tristán debería recibir unos cinco millones de euros, los que, sumados al año de contrato que tenían por delante Acuña y Scaloni, ascenderían a los siete millones por los tres futbolistas.
El caso de Pablo Álvarez es distinto, puesto que se ha quedado sin ficha por lesión y en su lugar el Depor ha incluído al ya citado Adrián, un delantero de 18 años.
Germán Rodríguez Conchado, quien ha sido elegido por el presidente Augusto Lendoiro para negociar con los jugadores, ha llegado a un acuerdo para pagar los contratos de Scaloni y Acuña, pero aún resta por resolverse el 'Caso Tristán'. Siguen los dolores de cabeza para el deportivismo, tras un verano de lo más agitado.
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