Sunday, August 19, 2007

El Sevilla arrasa y se lleva la Supercopa de España


(EP) El Sevilla, con todo merecimiento, se proclamó campeón de la Supecopa de España al imponerse por 3-5 en el Santiago Bernabéu al Real Madrid, al que ya había derrotado por 1-0 en el partido de ida.

Renato adelantó a los andaluces en el minuto 17 y después del empate anotado por Drenthe volvió a poner a los suyos en ventaja (1-2). Kanouté puso el 1-3 de penalti antes de que Cannavaro acortara distancias al filo del descanso.
En la segunda parte, Sergio Ramos, en el 78, empató el partido, pero Kanuté batió a Casillas en dos ocasiones más y, con su 'hat-trick', confiró el triunfo del Sevilla, que conquistó de esta forma la primera Supercopa de España de su historia.

El cuadro hispalense prolonga así su racha de títulos, el quinto en apenas un año y medio, y además ofrece la misma versión de equipo perfectamente estructurado, siempre serio, sea cual sea la faena en la que deba participar, y con jugadores en estado de gracia, en este caso los brasileños Renato y Kanouté, autores ambos de dos goles.

Por contra, la preocupación debe ser creciente en la plana mayor del Real Madrid. Ya no caben excusas ni paños calientes. El partido era la oportunidad de los blancos para transformar los malos presagios de la pretemporada, pero, al contrario, su actuación augura un futuro cuanto menos difícil para Bernd Schuster.
El alemán no pudo estrenarse de peor manera. Su equipo no sólo no ha asumido su ideario futbolístico, de toque y asociación, sino que además sigue inmerso en un auténtico caos de ideas. En Sevilla transformó la medular con un doble pivote -Gago y Diarra- y en el Bernabéu Raúl salía desde la derecha y Drenthe, teóricamente designado para abrir el flanco izquierdo, actuó de mediocentro durante el primer acto.

Los males del Real Madrid y de su técnico fueron tantos que el Sevilla jugó plácidamente. Sobre todo desde que Renato abriera el marcador. Los recursos en el equipo blanco son limitados máxime cuando Guti, su mejor jugador con diferencia, observa los partidos desde el banquillo.
Tan sólo trazos de orgullo de un equipo desorientado mantuvieron al conjunto de Chamartín de pie en el partido. Eso y un golazo del debutante Drenthe, con un gran disparo desde media distancia. Pero el Sevilla no se inquietó porque tiene mayor peso futbolístico.

En el ecuador de la primera mitad se deshizo por completo la ilusión de los locales con el segundo de Renato y el tercero de Kanouté, de penalti. Y ni siquiera el segundo del Real Madrid, obra de Cannavaro de cabeza, ofreció atisbos de aquellas remontadas de la pasada temporada que ahora parecen tan lejos y añoradas.

Schuster recurrió en la segunda mitad a Guti. Demasiado tarde porque el partido ya había marcado su tendencia. La que reflejaba el enfrentamiento entre Alves y Robinho. El primero, sin sentirse jugador ni del Sevilla ni del Chelsea, apagó la ruidosa, pero ineficaz figura del segundo con aparente sencillez. La misma con la que el Sevilla ganó un título, haciendo sangre en el Bernabéu con dos goles postreros que dejan un resultado de escándalo para Schuster.

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