El fallecimiento de Puerta se suma a las muertes que han sufrido otros jugadores sobre un terreno de juego, como el húngaro Miklos Fehér, a los 24 años, durante el partido de Liga portuguesa que enfrentó al Benfica y al Vitoria de Guimaraes disputado en enero de 2004, o la del camerunés Marc-Vivien Foé, que sufrió un colapso durante la Copa de las Confederaciones disputada el verano de 2003 en Francia.
Además, el canterano no es el primer jugador sevillista en sufrir un colapso cardíaco. Pedro Berruezo Martín murió sobre el terreno de juego de Pasarón el 7 de enero de 1973, mientras defendía los colores del Sevilla contra el Pontevedra, en la decimoctava jornada de la Liga de Segunda.
La lista de nombres es, por desgracia, más que grande. Tirando de hemeroteca, y sólo en el siglo 21 (últimos siete años), lo comprobamos:
El guardameta del CSKA de Moscú, Sergei Perjun, falleció el 28 de agosto de 2001 de un edema cerebral tras permanecer diez días en coma por un fuerte cabezazo que sufrió durante un partido de la liga rusa. Tenía 23 años.
El 14 de agosto del 2001 murieron dos jugadores guatemaltecos de Tercera División, víctimas de un rayo. Los jugadores llevaban botas con tacos de aluminio, lo que atrajo la descarga eléctrica que les provocó la muerte de manera inmediata.
En febrero del 2003, el colegiado paraguayo José Roberto Rodás murió de un paro cardiaco mientras arbitraba un encuentro amistoso entre el Guaraní y el Olimpia. Los servicios médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida.
En el verano del 2003, el camerunés Marc-Vivien Foé murió por paro cardiaco durante un encuentro de la Copa de las Confederaciones.
El 26 de enero del 2004, el húngaro Miklos Feher, jugador del Benfica por aquel entonces entrenado por José Antonio Camacho, fallecía tras caer desplomado en Guimaraes en un choque de la liga lusa.
El 27 de octubre del 2004, el brasileño Serginho, defensa central del Sao Caetano, falleció en el Hospital de Sao Paulo después de sufrir una parada cardiorespiratoria durante el partido amistoso que disputaban Sao Paulo y Sao Caetano en el Estadio Morumbí. En el minuto 13 del segundo tiempo, Paulo Sergio de Oliveira Silva, de 30 años, se desplomó en las cercanías del área sin que el balón estuviera en juego.
Son sólo los últimos desafortunados de una lista que no deja de crecer, y que en Puerta, por su renombre y calidad, ha tenido su punto más álgido.
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