Monday, September 3, 2007

El fútbol otra vez de luto


Otra vez el luto cubre al fútbol mundial, en este caso la mala noticia proviene de Argentina y señala el fallecimiento del prometedor portero Gustavo Eberto de 24 años, quien padecía un cancer testicular.

Nació en uno de los accesos fronterizos del Mercosur: Paso de los Libres, en Corrientes. Debutó en la primera división de Boca en 2003, con Oscar Regenhardt como DT, y rápidamente fue señalado como una de las máximas promesas de la cantera xeneize.
Era usual verlo llegar a los entrenamientos en Casa Amarilla en un auto sin estridencias, escuchando chamamé y siempre con el mate y el termo bajo el brazo.
Luego de varios años en el banco de suplentes bajo la sombra de Oscar Córdoba y Roberto Abbondanzieri, a principios de 2006 el arquero decidió pasar a préstamo a Talleres, de Córdoba, para de sumar experiencia. Pero su objetivo se desmoronó muy pronto.

En una entrevista publicada por LANACION, en septiembre de 2006, Eberto explicaba su situación. "Desde el año pasado ya venía con poca recuperación física. Me costaba mucho reponerme. Veía que trabajaba a la par de mis compañeros y me cansaba el doble que ellos. No entendía por qué". Como integrante del seleccionado argentino Sub 20 se consagró campeón sudamericano en enero de 2003, en Uruguay, cuando Argentina venció a Colombia por 1 a 0 con gol de Fernando Cavenaghi. Su debut en Primera División se produjo en circunstancias muy particulares ya que el 22 de junio de 2003, en la última fecha del Clausura, integró el equipo de Boca que, con mayoría de juveniles y dirigido por Oscar Regenhardt, perdió por 7 a 2 frente a Rosario Central mientras en La Bombonera se festejaba, con los jugadores titulares, la obtención de la Copa Libertadores de América. El segundo y último partido oficial por Boca lo jugó el 3 de julio de 2005, también por la última fecha del Clausura, y su equipo, otra vez con juveniles, interinamente a cargo de Abel Alves, perdía 3-2 en la cancha de Almagro, cuando el juego quedó interrumpido por incidentes.

Nada le hacía pensar lo peor porque le diagnosticaron neumonía.

Pasó al conjunto cordobés; el 9 de febrero debutó en La T en la victoria por 2 a 1 frente a Huracán y fue fundamental para sostener el resultado.

"Estaba muy feliz, porque quería ganarme un lugarcito en Talleres. Pero empecé a expectorar sangre y empecé a preocuparme otra vez. Después del debut volví a Buenos Aires a buscar mi auto, pero aproveché para hacerme unos estudios y en la placa salieron unas manchas. Me revisaron los pulmones, la zona abdominal, la ingle... y en los testículos encontraron el tumor. Recién ahí todo se descubrió."

Luego de seis ciclos de quimioterapia, el futbolista soñaba con retomar su vida normal. "Estoy contento, es una alegría inmensa haber vuelto a entrenarme. Primero deseábamos (yo y mi familia) que la salud me acompañara, quería el alta del doctor y tener la tranquilidad de que el tratamiento me hiciera bien. Ahora, en dos o tres meses, solamente me queda una operación para prevención a futuro", explicaba. Cómo sobrellevó su enfermedad. "Sinceramente no caía en ese momento, no me daba cuenta. Hasta que llegó la primera quimio. Si me tocó a mí es por algo, no le hice mal a nadie. Me pasó a mí, como le pudo tocar desgraciadamente a cualquiera. Nadie está exento de eso. No me desesperé. Uno piensa que nunca le va a tocar, pero se está dando muy seguido. Desde que me enteré de mi enfermedad, empecé a escuchar un montón de casos, descubrí otro mundo. Por suerte me agarró fuerte psicológica y físicamente. Son cosas que pasan en este mundo y hay que aceptarlas. Hay que lucharla y tratar de seguir adelante".

Gustavo se fue pero queda la imagen de tipo luchador con garra y por sobre todo, la esencia de una persona humilde y trabajadora que siempre se brindo como profesional en eso que tanto amaba... el fútbol.
Que en paz descanses.

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