(Espn) El Villarreal consiguió su primer triunfo en la presente edición de la Liga de Campeones al imponerse por 1-0 al Celtic de Glasgow gracias a un gran tiro libre de Marcos Senna, aunque gozó de un buen número de ocasiones para haber ampliado su ventaja.
El co-líder de Liga española se mantiene imbatido en Liga de Campeones como local y amplía la racha negativa de resultados del Celtic de Glasgow, que no ganó nunca en España en partido oficial.
Durante el primer tiempo, el Villarreal visitó con asiduidad el área rival e incluso tuvo la oportunidad de adelantarse en el marcador, pero fue el Celtic el que desperdició la mejor ocasión, fruto de un error defensivo del conjunto castellonense.
A falta de tres minutos para que el árbitro señalase el descanso, el único delantero del Celtic, el griego Georgios Samaras, se aprovechó de un error defensivo de Diego Godin para plantarse completamente solo frente a Diego López, pero el arquero local anduvo acertado en el cuerpo a cuerpo.
Los futbolistas que dirige Manuel Pellegrini controlaron el encuentro desde el pitido inicial, fueron dueños de la pelota y también marcaron el ritmo que más les interesó, pero carecieron de inspiración en los metros finales.
Joseba Llorente tuvo ocasión de marcar con la cabeza y con los pies, al igual que Giuseppe Rossi, pero la ocasión más peligrosa del Villarreal en los primeros cuarenta y cinco minutos fue un lanzamiento lejano de Marcos Senna.
El centrocampista hispano-brasileño realizó un enorme derroche físico para controlar prácticamente todo el centro del campo en defensa y ataque, faceta esta última en la que se prodigó con asiduidad y desparpajo.
Por contra, el conjunto que dirige Gordon Strachan basó su juego ofensivo en la velocidad de Aiden McGeady y la labor de desgaste de Samaras. Entre los dos lograron varios saques de esquina, que en definitiva fueron las mejores opciones para su equipo.El conjunto escocés trató de jugar la pelota al ras del piso y tocar en corto, pero enfrente tuvo una buena defensa que le obligó a jugar con demasiada rapidez y de forma imprecisa.
La afición local tuvo un nuevo sobresalto tras el descanso, cuando el central escocés Stephen McManus, se encontró con una pelota suelta dentro del área y a punto estuvo de taconear a gol. De nuevo la intervención de Diego López salvó a su equipo.Instantes después, Rossi dio la réplica con un disparo raso y cruzado que se marchó por centímetros a la izquierda de la portería de Artur Boruc.
Además de la citada ocasión de McManus, sólo McDonald tuvo una chance de marcar para el Celtic en toda la segunda mitad (un disparo que se marchó alto), pues el juego del Villarreal dio un gran salto de calidad, hasta el extremo de encerrar al conjunto escocés.
La falta de frescura exhibida por el equipo de Pellegrini en la primera mitad fue remediada por el mejor jugador del partido, Marcos Senna, que encarriló el duelo con un magnífico libre directo, y a partir de este momento el Villarreal encontró muchos más espacios.
Sin embargo, no pudo ampliar su ventaja simplemente porque no fue el día de Rossi, Ariel Ibagaza, Santi Cazorla o Joseba Llorente, y ejemplo de ello fue la jugada que se produjo a falta de cuatro minutos del final, cuando el argentino regateó a toda la defensa y cedió a Llorente para que este rematase hasta en dos ocasiones sobre el cuerpo del portero escocés.
El co-líder de Liga española se mantiene imbatido en Liga de Campeones como local y amplía la racha negativa de resultados del Celtic de Glasgow, que no ganó nunca en España en partido oficial.
Durante el primer tiempo, el Villarreal visitó con asiduidad el área rival e incluso tuvo la oportunidad de adelantarse en el marcador, pero fue el Celtic el que desperdició la mejor ocasión, fruto de un error defensivo del conjunto castellonense.
A falta de tres minutos para que el árbitro señalase el descanso, el único delantero del Celtic, el griego Georgios Samaras, se aprovechó de un error defensivo de Diego Godin para plantarse completamente solo frente a Diego López, pero el arquero local anduvo acertado en el cuerpo a cuerpo.
Los futbolistas que dirige Manuel Pellegrini controlaron el encuentro desde el pitido inicial, fueron dueños de la pelota y también marcaron el ritmo que más les interesó, pero carecieron de inspiración en los metros finales.
Joseba Llorente tuvo ocasión de marcar con la cabeza y con los pies, al igual que Giuseppe Rossi, pero la ocasión más peligrosa del Villarreal en los primeros cuarenta y cinco minutos fue un lanzamiento lejano de Marcos Senna.
El centrocampista hispano-brasileño realizó un enorme derroche físico para controlar prácticamente todo el centro del campo en defensa y ataque, faceta esta última en la que se prodigó con asiduidad y desparpajo.
Por contra, el conjunto que dirige Gordon Strachan basó su juego ofensivo en la velocidad de Aiden McGeady y la labor de desgaste de Samaras. Entre los dos lograron varios saques de esquina, que en definitiva fueron las mejores opciones para su equipo.El conjunto escocés trató de jugar la pelota al ras del piso y tocar en corto, pero enfrente tuvo una buena defensa que le obligó a jugar con demasiada rapidez y de forma imprecisa.
La afición local tuvo un nuevo sobresalto tras el descanso, cuando el central escocés Stephen McManus, se encontró con una pelota suelta dentro del área y a punto estuvo de taconear a gol. De nuevo la intervención de Diego López salvó a su equipo.Instantes después, Rossi dio la réplica con un disparo raso y cruzado que se marchó por centímetros a la izquierda de la portería de Artur Boruc.
Además de la citada ocasión de McManus, sólo McDonald tuvo una chance de marcar para el Celtic en toda la segunda mitad (un disparo que se marchó alto), pues el juego del Villarreal dio un gran salto de calidad, hasta el extremo de encerrar al conjunto escocés.
La falta de frescura exhibida por el equipo de Pellegrini en la primera mitad fue remediada por el mejor jugador del partido, Marcos Senna, que encarriló el duelo con un magnífico libre directo, y a partir de este momento el Villarreal encontró muchos más espacios.
Sin embargo, no pudo ampliar su ventaja simplemente porque no fue el día de Rossi, Ariel Ibagaza, Santi Cazorla o Joseba Llorente, y ejemplo de ello fue la jugada que se produjo a falta de cuatro minutos del final, cuando el argentino regateó a toda la defensa y cedió a Llorente para que este rematase hasta en dos ocasiones sobre el cuerpo del portero escocés.
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