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El centrocampista, de 26 años y 49 veces internacional con su país, está en el punto de mira de alguno de los principales clubes europeos. Por otra parte, el Gamba Osaka, campeón de la Liga de Campeones asiática, fue premiado como el mejor club del año. Y su técnico, Akira Nishino, como el preparador más destacado en el 2008.
Japón, ganador de la Copa de Asia en el 2002 y 2006, se llevó el reconocimiento al equipo nacional más destacado. Mientras que el delantero Ahmed Khalil, de los Emiratos Árabes Unidos, fue reconocido como el juvenil del año. China volvió a ser una de las decepciones entre los galardonados. Una vez más, por séptima edición consecutiva, se quedó sin reconocimiento alguno, víctima de los disturbios que padece la competición de su país.
El internacional Fan Zhiyi, que después jugó en el Dundee escocés, fue el último jugador chino que recibió el premio al mejor jugador del año, en el 2001.
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