No se lucieron las estrellas blaugrana en esta ocasión, salvo un Ibrahimovic que él solo trató de darle la vuelta a un partido muy complicado de jugar. Ahora, con esta derrota, se complica el grupo pues el Dinamo empató ante el Inter para acabar de apretar la clasificación en el grupo, con los cuatro equipos separados por un solo punto.
Esta ha sido la primera derrota de la temporada del Barcelona. Más que un mal partido de los culés, que lo fue, fue mérito de unos rusos que quizá hicieron caso a su entrenador, se encomiaron a Dios y consiguieron algo que no habrían mejorado ni en sus sueños.
Y es que el Barcelona se encontró con un partido que para nada hubiera deseado, aunque quizá sí esperado pues Guardiola ya avisó del peligro del líder ruso. El Rubin Kazan se plantó bien sobre el césped y en su primera jugada de ataque se puso por delante en el marcador. Fue un golazo de Ryazantsev, que se encontró un balón en la frontal del área y conectó un trallazo, directo a la escuadra, al que Valdés no pudo llegar.
A partir de aquí, el Barcelona fue a remolque en busca del empate. Tuvo ocasiones, pero las que fueron claras no las supo materializar. Xavi, Iniesta, Messi e Ibrahimovic no estuvieron finos, siendo Pedro el único que se ofreció bien al espacio y se mostró un tanto efectivo en sus centros y remates. Pese a ello, el Barcelona no cejó en el empeño de buscar el empate.
Tan solo en una ocasión el Barcelona tocó como sabe hacerlo. Corría el minuto 14 en el electrónico y Xavi comandó con su batuta magistral pases a izquierda y derecha, hasta encontrar en profundidad a Pedro para que el canario la enviase atrás, a la derecha, hacia un Alves que llegó con la caña a punto y conectó un fuerte disparo que se fue cerca del poste izquierdo de Ryzhikov.
El Rubin estuvo muy bien colocado en todo momento, con una defensa sólida en la que destacó el buen trabajo del español César Navas. Pero es que el trabajo de presión empezado desde la delantera, como acostumbra a hacer el Barcelona, pesó esta vez en los hombres de Josep Guardiola, quien desde la banda no paraba de dar instrucciones a los suyos.
El panorama cambió tras el descanso. Los blaugrana salieron con más ganas, siguiendo con la tónica de tener el balón y orientarlo hacia el ataque. En estas, pagando al Rubin con su misma moneda, consiguieron el empate a las primeras de cambio. Fue también un golazo, en este caso de Ibrahimovic, que controló perfecto con el pecho, se orientó el balón dentro del área y envió un potente disparo al palo contrario.
El Barcelona se animó y volvió a cargar con fuerza contra los rusos. Consiguieron trazar otra bonita jugada colectiva, con paredes, recortes y pases a uno o dos toques que por un momento descolocaron a los de Turban Berdyev. Al final, Pedro cazó el balón en el área y puso a prueba al portero, que rechazó con problemas. Messi tuvo otra ocasión pero se topó otra vez con Ryzhikov.
Ibrahimovic quería la victoria. Cogió el relevo de Messi, que se fue apagando con el paso de los minutos, y se puso el equipo a las espaldas. No solo empató, sino que se mostró mucho más activo que en la primera mitad, se desmarcó en más ocasiones y hasta cogió la iniciativa en los saques de falta. Precisamente, fue de falta que casi consigue remontar él solo, con un misil que se escapó cerca del poste.
Pero del posible 2-1 se pasó al 1-2 en un santiamén. El Barça estaba dominando y en el Camp Nou, bastante gélido, se esperaba ya la remontada. Pero una contra muy bien llevada por el 'Chori' Domínguez -muy presente y correcto en todo el partido- acabó en un pase largo para Karadeniz que encaró a Valdés y le superó con facilidad. Fue todo un jarro de agua fría.
El Barça veía entonces cómo se le escapaba un partido que era vital ganar. Con el Rubin más encerrado atrás, los espacios se redujeron y los blaugrana cayeron en el error de centrarse. Tanto Messi como Bojan, que entró por Pedro, abandonaron las bandas y se taponó la zona de ataque. Aún y así, Xavi encontró a Messi con espacios, pero éste la dejó de cabeza para Ibrahimovic que empalmó una fuerte volea que se estrelló en el larguero para después salir fuera.
El Barcelona lo intentó pero la verdad es que le puso más intención que cabeza. No encontraron su espacio, muy bien cerrado por los rusos. Además, Alves se lesionó e incluso forzó de manera tonta antes de que Guardiola pudiera cambiarlo por Busquets. Piqué se sumó al ataque, y Touré también avanzó la posición. En él pudo estar el empate, pero su remate de cabeza tras un córner se fue al palo. En la última, Ibrahimovic realizó una chilena que se fue fuera, y con ella terminó el partido.
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