Francia, bicampeona de Europa (1984 y 2000) y campeona del mundo en 1998, fue una de las sorpresas de la fase de clasificación, donde fue superada en su grupo por Serbia, pero ahora tendrá mucha presión en una eliminatoria ante la siempre dura República de Irlanda, que no ha perdido ningún partido en su grupo (seis victorias y cuatro empates) con el partido de vuelta en tierras galas.
Por su parte, Portugal, que sufrió para lograr la repesca deberá resolver en el duelo de ida, antes de viajar a Bosnia y medirse a una selección que dio muy buena imagen en el grupo de España pese a su goleada final (2-5) en el intrascendente partido ante la campeona de Europa del pasado miércoles en Zenica.
Además, Rusia y Grecia, campeonas de Europa en 1960 y 2004, respectivamente, también tendrá que jugar los partidos de vuelta lejos de su país antes dos selecciones, Ucrania y Eslovenia, que cuentan también con serias opciones.
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