De salida, el técnico sevillista, Manolo Jiménez, optó por reforzar el aspecto físico, con la inclusión de Adriano por delante de Navarro en banda derecha, y Lolo como acompañante de Zokora en la medular, para que la dupla mortal Kanouté-Luis Fabiano se encargara de los goles. En cuanto a la alineación del Stuttgart deparó la sorpresa de que sus dos mejores jugadores, el ruso Pogrebnyak y el internacional germano Hitzlperger se quedaban en el banco, en una aparente apuesta defensiva.
Los alemanes, que llegaban a esta cita tras sumar sendos empates en las dos jornadas precedentes, salieron, pese a todo, con talante ofensivo y avisaron de su peligro, con dos cabezazos desde el área pequeña, tras jugadas nacidas en el costado diestro, donde mandaba el ex barcelonista Hleb. Mucho más clara fue la ocasión que se produjo en el minuto 8, cuando Sergio Sánchez estuvo a punto de meter en propia meta un centro del defensa Osorio. Apretaba el Stuttgart en un ataque constante, y ahora era el punta brasileño Cacau quien probaba desde la medular a Javi Varas, hoy sustituto del lesionado Palop.
Peor hubieran sido las cosas, si el colegiado no hubiera anulado en el minuto 14 un gol a Kuzmanovic por fuera de juego. El Sevilla no controlaba el centro del campo y se veía encerrado en su terreno. Como muestra de lo que era el partido, Kanouté se convertía en delantero rival y obligaba a Varas a despejar un balón peinado en defensa por el malí, que ya buscaba la red.
Pero como a los equipos de calidad les sobra con poco, el Sevilla marcó en su primer disparo a puerta (min. 23), tras una jugada ensayada a saque de córner, que remachó Squillaci con un testarazo inapelable. Pese al mazazo, el Stuttgart no se rindió y siguió presionando, aunque su empuje comenzó a difuminarse con el paso de los minutos y el Sevilla sólo tuvo que lamentar la lesión de Adriano, sustituido por Perotti, antes de llegar al descanso.
En la reanudación, fue a Jiménez a quien le tocó sorprender, y retiró a un inédito Luis Fabiano, para poner en liza al centrocampista Duscher, dejando a Kanouté como único hombre en punta y reforzando, de paso, esa medular que había brillado por su ausencia en la primera parte. Ahora había que rematar el triunfo en cuanto fuera posible, porque el desgaste realizado le pesaba al Stuttgart. Y la verdad es que la suerte no estaba con los teutones, que en el minuto 55 veían como un centro de Perotti desde la izquierda no era atajado por el meta Lehman y Navas, el mejor de su equipo hoy, aprovechaba para marcar a placer el 0-2.
Sólo quedaba por comprobar si llegaba la goleada, que Kanouté tuvo en sus botas con un mano a mano con Lehman, bien resuelto por el portero. A la desesperada, el Sttutgart puso toda la 'artillería' en el campo, con la entrada de Hitzlperger, Pogrebnyak y Elson. Pero fue el Sevilla quien machacó de nuevo, otra vez a balón parado y otra vez con un defensa, Squillaci, como goleador, al igual que ocurriera en el 0-1.
El partido pareció volverse loco, y a renglón seguido le tocaba al recién entrado Elson marcar el del honor de su equipo, con una magistral falta que entró por toda la escuadra. Admirable, el Stuttgart, noqueado un momento antes, sacó fuerzas de flaqueza y no sólo volvió a encerrar al Sevilla, sino que pudo empatar perfectamente con dos nítidas ocasiones, incluido un remate al larguero. Pero ya no hubo tiempo más que para certificar otro triunfo de los blanquirrojos que, de paso, se aseguran también, prácticamente ser líderes de grupo.
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