El conjunto que dirige Carlo Ancelotti, que se proclamó campeón de la Premier hace escasamente una semana, alzó la 'FA Cup' gracias al gol de falta de Drogba, que acabó con el 'muro' de James en el minuto 59, tres después del fallo de penalti de Boateng, que condenó a los suyos.
El marfileño es un jugador total, un delantero con una potencia escandalosa que es el puntal de un Chelsesa que le busca en cada ataque. El africano no defraudó y una vez más se erigió en el guía de los suyos, necesitados de su olfato goleador desde hace seis temporadas.
Y es que el actual campeón de Liga salió a Wembley imponiendo su ley, haciendo gala de su superioridad -primero contra último de la tabla-, pero una y otra vez la madera del marco de James repelió las acometidas de los londinenses.
Lampard, Terry y Drogba, con un ensayo de lo que sería su tanto, se estrellaron con un acertado James y con los postes, que impidieron su gol durante el primer acto. Antes de la media hora de partido, cuando Piquionne ya hizo estrenarse a Cech, Kalou marró una ocasión clamorosa tras no aprovechar un pase de Cole cuando estaba solo, sin el portero enfrente.
Didier Drogba volvió a perdonar antes del descanso en dos ocasiones y el empate se mantenía. Con la sensación de que Goliat había dejado 'vivo' a David, ambos equipos enfilaron el túnel de vestuarios, unos lamentándose por los fallos, y otros con la esperanza del que se ve con opciones.
Tras la reanudación, el Chelsea sufrió el bajón típico del equipo que ha hecho lo imposible para ir ganando y que se ve con las tablas. Esto fue aprovechado por el 'Pompy' para mostrar sus credenciales en el partido, demostrar que no estaba acabado.
Corría el minuto 55 de envite cuando Dindane encaró a Belletti --entró por el lesionado Ballack-- y el ex del Barcelona cometió penalti. Boateng asumió la responsabilidad, pero su disparo, mordido y centrado, fue despejado por Cech, que volvió a dar alas a los suyos mientras hundió a los de Grant.
Tres minutos después, y con la ley del fútbol de 'el que perdona la paga', Drogba provocó una falta fuera del área. Él fue el encargado de colocar el balón, con el mimo propio del que sabe que es su oportunidad. Con su clásico golpeó de interior, Drogba hizo un gran gol y puso en ventaja a los suyos.
El gol acabó con las esperanzas del 'Pompey' y tranquilizó al Chelsea, ávido de un gol que anulara cualquier tipo de sorpresa. Con espacios, los de Ancelotti pudieron hacer el segundo, pero ni Anelka, ni Lampard -que falló una pena máxima- vieron puerta. Aún así, el marcador no se movió y los londinenses pudieron celebrar su primer 'doblete' de la historia.
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