(Marca) Como el fútbol es como es (así), el Real Madrid se encomienda a uno de sus enemigos públicos más acérrimos. No es que Javi Clemente sea al Madrid lo que Mourinho al Barça, pero al de Barakaldo le encanta contar lo mal que lo tratan cada vez que va al Bernabéu. Posiblemente hasta le encante que le traten tan mal.
Pues bien, el domingo tiene una ocasión de oro para la redención eterna ante el madridismo. Si frenase al Barça, es posible incluso que Florentino Pérez le dedique una estatua junto a la de sus paisanos Sotero Aranguren y Machimbarrena, esa que los jugadores blancos tocan en busca de bendición supersticiosa antes de los partidos en el Bernabéu.
De todas formas, huele a que no. A que ni el mismísimo Mourinho sacaría vivo al Valladolid del Camp Nou. Ni al Inter. Y no olvidemos que el Madrid tendría que ganar a un Málaga que se juega lo mismo que el Valladolid, pero que se lo juega en casa. Y ante el Madrid, no ante el Barça.
Ante el Athletic, el Floren Team volvió a jugar mal. Nada nuevo. Este equipo sólo ha funcionado con cierta consistencia antes de Navidad. Después, se fue apagando hasta el 'Lyonazo', y en Liga ha ido sacando los resultados con burocrática grisura. Sólo Cristiano se ha rebelado contra la mediocridad, y ha llevado vivo al equipo a la última jornada. Pero Cristiano solo no basta. ¿Quizá Cristiano y Clemente?
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