(MD) Paolo Calabresi es un tipo divertidísimo, fantástico, un actor de teatro impresionante pero sobre todo un cachondo. Desde hace tres meses es el protagonista de un programa en La7, un canal privado italiano, donde se hace pasar por personajes de diferente calibre. Esta vez decidió gastar su broma de la semana al Real Madrid. Y es que todo tiene su explicación: Calabresi es romano y romanista. Así que nada mejor que hacerse pasar por el actor norteamericano y ver el partido gratis y desde el palco de honor.
Todo empezó quince días atrás cuando el departamento de comunicación del club blanco recibió un e-mail y una llamada de la secretaria de Nicolas Cage. El actor norteamericano debía estar estos días en Madrid promocionando su última película y solicitaba acudir al Bernabéu para presenciar el partido de Champions. Todos los estamentos del club aprobaron la presencia de la estrella de Hollywood y dispusieron de todo tipo de detalles para agasajar al actor.
Miguel, el chofer que trabajaba para David Beckham, fue el encargado de recogerle en el hotel Alicia, del Prado, para conducirle junto a su séquito -un escolta negro enorme, su secretaria y un traductor- hasta el estadio. Allá fue recibido como una autoridad y lo situaron en el palco. En la media parte, Ramón Calderón le agradeció su presencia -"es un honor para nosotros que esté aquí"-, le regaló una camiseta del Real Madrid con Nicolas Cage escrito a la espalda, le entregó un carnet de socio de honor y le pidió que firmase otra camiseta para el museo blanco. No se queda ahí la cosa. El presidente blanco le pidió a Cage hacerse una foto con él y con alguno de sus invitados, como el embajador de un país norteamericano…
Cuando finalizó el partido acompañaron a Cage hasta vestuarios donde pudo saludar a todos los jugadores del Madrid que quiso. Robinho se paró, le pidió una foto, le regaló su camiseta dedicada -"incluso me hizo un dibujo con una sonrisa"- y se disculpópor no hablar inglés. Casi la fastidia Totti porque justo cuando Cage estaba hablando con Robinho pasó y le dijo: "Otra vez aquí…". Y es que el capitán reconoció a Paolo Calabresi porque el actor ya se había hecho pasar por el actor americano en un partido Milan-Roma. Entonces también Adriano Galliani se tragó que el personaje era Cage.
Rápidamente se corrió la voz en el vestuario romanista, que aún celebraba el 1-2, incluso salió Bruno Conti para abrazarse a Calabresi, tan romanista como cualquiera de los jugadores que había conseguido eliminar al Madrid de la Champions. Lo mejor vino cuando Angel Rodríguez, jefe de deportes de Onda Cero, le comentó a Calderón la broma de Calabresi y el presidente soltó que él ya lo sabía. "Me gusta mucho el cine y me he dado cuenta desde el primer momento".
Escuchar a Calabresi contar los detalles de su visita al Bernabéu sólo lo supera ver la cinta de todo lo sucedido. Los camareros de la taberna del Mar del centro de Madrid aún alucinan por lo 'pardillos' que fueron todos en el Bernabéu. Pero no saben que Calabresi necesitó tres horas de maquillaje para caracterizarse -llevaba incluso un labio artificial- y que resultaba prácticamente imposible desenmascararlo.
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