(M) El Burdeos, que dirige el ex barcelonista Laurent Blanc, se adjudicó en la tanda de penaltis el "Trofeo de los Campeones" (5-4) y acabó con la hegemonía del Lyon, ganador de la Supercopa francesa en los últimos seis años.
El encuentro enfrentó al Lyon, campeón de la Liga y la Copa la pasada temporada, contra el único equipo francés que le plantó cara, segundo clasificado, que se adjudicó el título en la tanda de penaltis, tras concluir empatado sin goles el partido disputado en el Jacques-Chaban-Delmas.
Los de Laurent Blanc dominaron todas las facetas de juego en la primera mitad gracias al poder ofensivo de sus nuevas incorporaciones, los franceses Gourcuff y Gouffran, y la entrega de su delantero marroquí, Marouane Chamakh. A falta de una semana para que empiece la Liga francesa, el Girondins logró sacarse la espina de la final del la Supercopa de 1999, donde cayó ante el Nantes por 1-0, gracias al mayor acierto demostrado desde los once metros.
A pesar de que el argentino Cavenaghi erró el primer lanzamiento para el Girondins, los de Blanc igualaron la tanda de penaltis gracias a los fallos de los internacionales francés e italiano Govou y Grosso y los aciertos de Fernando, Wendel y Gourcuff. Finalmente, el zaguero brasileño Cris erró el penalti decisivo y la Supercopa se quedó en Burdeos.
El encuentro enfrentó al Lyon, campeón de la Liga y la Copa la pasada temporada, contra el único equipo francés que le plantó cara, segundo clasificado, que se adjudicó el título en la tanda de penaltis, tras concluir empatado sin goles el partido disputado en el Jacques-Chaban-Delmas.
Los de Laurent Blanc dominaron todas las facetas de juego en la primera mitad gracias al poder ofensivo de sus nuevas incorporaciones, los franceses Gourcuff y Gouffran, y la entrega de su delantero marroquí, Marouane Chamakh. A falta de una semana para que empiece la Liga francesa, el Girondins logró sacarse la espina de la final del la Supercopa de 1999, donde cayó ante el Nantes por 1-0, gracias al mayor acierto demostrado desde los once metros.
A pesar de que el argentino Cavenaghi erró el primer lanzamiento para el Girondins, los de Blanc igualaron la tanda de penaltis gracias a los fallos de los internacionales francés e italiano Govou y Grosso y los aciertos de Fernando, Wendel y Gourcuff. Finalmente, el zaguero brasileño Cris erró el penalti decisivo y la Supercopa se quedó en Burdeos.
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