El conjunto valencianista fue superior al Real Madrid durante todo el encuentro, pero los de Schuster demostraron tener más pegada con menos ocasiones de gol en momento clave. La intensidad en el juego fue impropia de un 17 de agosto en el que hubo hasta seis jugadores de la selección española que se proclamó campeona de Europa a finales de junio.
La victoria, más allá de permitir al Valencia ir al Bernabéu con una ligera ventaja, sirvió para que Mestalla respirara un aire diferente al que despidió la pasada temporada. El equipo mostró un patrón de juego, concentración, ganas y unas ideas claras que hacía tiempo que no se veían. El Real Madrid por su parte, se limitó a hacer lo justo y tan sólo apretó cuando Schuster hizo los cambios.
Y es que el Real Madrid se llevó todo el botín de la primera mitad y eso que el que apostó por el fútbol fue el Valencia. Emery pidió a los suyos, en el día de su estreno oficial, que jugaran con personalidad y así lo hicieron. Los locales se sacudieron los complejos y saltaron al césped con la línea defensiva muy adelantada, con continuas llegadas de los laterales y con mucho trabajo de presión de los delanteros.
La apuesta blanquinegra empezó a ver frutos muy rápido porque en los primeros diez minutos Villa y Moretti tuvieron dos claras ocasiones de gol. El asturiano remató casi a bocajarro, mientras que Moretti se inventó un centro chut. En las dos acciones, Casillas tuvo que sacar su mejor repertorio para evitar el gol. Con el Valencia volcado y con un marcha más que su rival, llegó el gol del Real Madrid, un pase en profundidad de De la Red llegó a Van Nistelrooy que controló con maestría y marcó de tiro cruzado.
Aún no se había cumplido el cuarto de hora y el Valencia ya remaba contracorriente. El tanto no le pesó a los de Emery que siguieron con la misma concentración, pero no con tanta pegada como los de Schuster. Los locales supieron equilibrar el juego por ambas bandas y de igual forma atacaron la de Torres que la de Salgado. El Madrid, se vio tan acorralado en algunos momentos que Diarra llegó a incrustarse en el centro de la defensa.
Al que se vio con especiales ganas fue a David Villa. El 'Guaje', lo intentó todo y fruto de su ímpetu fue amonestado por una entrada a Heinze. El Valencia apretó en los instantes finales antes de llegar al descanso y en una jugada embarullada, el balón acabó pegando en la cruceta tras un lanzamiento de Silva.
El momento clave del encuentro se dio del minuto 54 al 59 cuando primero Mata y después Villa marcaron los dos goles del Valencia y voltearon el partido. El tanto del empate lo anotó Mata con un fuerte zurdazo tras un centro de Albelda desde la derecha. El gol noqueó al Madrid y espoleó a los locales. Precisamente Mata firmó un centro perfecto desde la izquierda y Villa, libre de marca, cabeceó para batir a Casillas.
El conjunto de Schuster se vio claramente superado por su rival y el técnico optó por introducir un doble cambio: Salgado y Robinho por Sergio Ramos y Robben. La entrada del sevillano se debió a que el Valencia hacía mucho daño por la izquierda con Mata y Villa. La apuesta le salió bien al técnico alemán, porque una cabalgada de Robben por la izquierda acabó con un centro a los pies de su compatriota Van Nistelrooy que marcó de tiro raso.
Con el empate, el Real Madrid empezó a jugar mejor y es que los cambios le sentaron muy bien al equipo. Además, el Valencia comenzó a acusar el esfuerzo, por lo que Emery optó por refrescar el centro del campo con la entrada de Fernandes.
El partido volvió a ser un toma y daca y ya primaba más lo físico que lo técnico. En una de esas arrancadas, Vicente que acababa de salir al campo marcó un gol de pillería. El Real Madrid intentó volver a equilibrar la balanza en los minutos, pero las piernas pesaron más que la voluntad. El Santiago Bernabéu decidirá el próximo domingo a partir de las 22.00 horas.
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