Los suizos, fundamentaron su victoria en la segunda parte donde se desperezaron y ofrecieron el gran juego que les hizo llegar hasta la final y convertirse en la revelación de la cita mundialista. Ésta, es la tercera victoria de una selección europea en la historia de los Mundiales Sub-17, tras la de la URSS (1987) y la de Francia (2001), y en todas ellas con las 'Super Águilas' como finalistas.
Durante los primeros compases del encuentro, Nigeria salió dispuesta a demostrar que era la mejor selección del campeonato y sometió a la selección 'nati' a una presión asfixiante. Ajagun, con la portería vacía en el minuto tres y Okoro con un gran disparo en el cinco, no pudieron batir a un gran Siergris que salvó a su equipo de encajar el primero al inicio del encuentro.
Tras la reanudación, los pupilos de Ryser salieron mucho mejor que los anfitriones y en el minuto 57 Seferovic avisaba con un gran disparo que se perdió a al izquierda de la portería de Paul. El delantero del Grasshopper, no perdonó a la siguiente y en el minuto 63 cabeceó a la red un saque de esquina botado por Xhaka, convirtiendo su quinto tanto en lo que va de Mundial.
Hasta el final, lo intentaron los jugadores locales pero se encontraron con un magnífico Siegrist que desbarató todos los disparos y con el travesaño en un remate de Okoro en el minuto 77. Suiza pudo hacer el segundo, pero sus contragolpes carecieron de efectividad y se dedicaron a defenderse de las últimas acometidas de los nigerianos.
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