El partido comenzó con la lesión del interista Sneijder, que llegaba a la final entre algodones, y nada más empezar recibió una fuerte patada de Burdisso, en un balón dividido que obligó al holandés a dejar su puesto a Balotelli, dejando a los de Milán sin el hombre que crea juego cerca del área rival.
Tras el palo de la lesión de Sneijder, el Inter tardó unos minutos en reaccionar, pero decidió hacerse con el ritmo del juego gracias a que Cambiasso se adueño del centro del campo. Fruto de un robo del argentino salió la primera ocasión de gol, pero el disparo de Maicon lo despejó a saque de esquina el meta romanista Julio Sergio.
Los 'neroazzurri' encerraban en su campo a los romanos, que dejaban jugar a su rival e intentando aprovechar su salida en velocidad para lanzar balones a Luca Toni o con las llegadas de Perrotta. Éste último estuvo a punto de hacer el primer gol con un remate de cabeza que se fue rozando el larguero.
Antes del descanso, Mourinho se vio obligado a hacer el segundo cambio por la lesión de Córdoba. Sin embargo, cuando todo parecía torcerse definitivamente para el líder del Calcio, Diego Milito cogió un balón y en carrera superó a tres defensas y fusiló a Julio Sergio para adelantar a su equipo cuando peor lo estaba pasando.
En el descanso, Ranieri movió el banquillo romano en busca de la remontada. El ex técnico de Valencia y Atlético, entre otros, decidió sacar a la que sigue siendo su estrella, Francesco Totti, que ya no es un titular incontestable, pero que sigue demostrando su enorme calidad, y eso es lo que necesitaba su equipo para superar el tanto de Diego Milito.
La primera vez que Totti tocó el balón, fue para lanzar una lejana falta que con un tremendo disparo obligó a Julio Cesar a despejar el balón con muchos problemas, tanto que Juan recogió el rechace, pero su remate se marchó por encima del larguero cuando el portero estaba aún levantándose.
El juego se espesó mucho ya que el Inter realizaba jugadas muy largas para que el tiempo fuese pasando y que los romanos no pudieran atacar, y cuando los de Ranieri tenían la posesión no encontraban huecos porque la defensa interista se cerraba bien y tapaba todos los huecos.
En vista de que no podían empatar, el equipo romano se dedicó a dar patadas por todo el campo, aumentando la agresividad que tuvo desde el primer minuto. El árbitro Rizzoli, que estuvo muy permisivo durante todo el partido, se vio obligado a expulsar a Totti por una agresión a Balotelli cuando no tenía opción de jugar el balón.
Los de Ranieri apenas buscaron el gol en los últimos minutos y el gol de Milito fue suficiente para que el Inter se llevase su sexta Copa de Italia, la tercera en los últimos seis años y puso la primera piedra para hacer el triplete, ya que es líder en la Liga y jugará la final de la Liga de Campeones.
No comments:
Post a Comment