(As) La historia de espías que se vive en estos días en el Reino Unido ha tomado derivaciones futbolísticas. Según anunciaron ayer diversos rotativos, el Polonio 210 que presuntamente asesinó al ex espía del KGB Alexander Litvinenko pudo ser introducido en Londres en uno de los aviones que el pasado 1 de octubre trasladó a la capital británica a los aficionados del CSKA Moscú que iban a presenciar el choque de Champions ante el Arsenal en el Emirates Stadium.
Según diversas fuentes, Litvinenko se encontró en un hotel de Londres con un aficionado del CSKA llamado Andrei Lugovoi, también ex espía del KGB e íntimo amigo de Boris Berezovski, el multimillonario ruso enemigo público número uno de Roman Abramovich. La otra pista encaminada a desentrañar esta historia jamesbondiana lleva a cinco individuos de los que aún se desconoce el nombre y que también llegaron a Londres camuflados entre la hinchada moscovita. Lo que sí se sabe es que tanto estos cinco individuos como Andrei Lugovoi acudieron luego al estadio a presenciar el Arsenal-CSKA, donde podrían haber contaminado el recinto. Mientras, el temor en el club londinense es palpable. Y es que es posible que Scotland Yard decida someter el estadio gunner a análisis de radioactividad para descubrir si está contaminado por Plutonio 210. En caso de que los índices de radiación superen el máximo permitido, el nuevo Emirates Stadium podría ser clausurado hasta su descontaminación.
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