Tras el varapalo de la ida (1-3), el Liverpool, que jugó sin Steven Gerrard, ausente por lesión, estuvo a punto de culminar una de las mayores remontadas en la historia de la competición tras dominar por 0-2 a la media hora de juego y tener a los locales al borde del abismo los últimos minutos del encuentro con un 3-4.
Sin embargo, el fin del letargo del Chelsea, que pecó de conservadurismo en el inicio, diluyó las esperanzas del cuadro de Benítez, que nunca se dio por vencido pero vuelve a quedarse fuera de la máxima competición continental a manos de los 'blues', como ya sucediera el pasado año.
Rafa Benítez había alertado a sus hombres durante los días previos, incidiendo en la necesidad de marcar pronto buscando que el nerviosismo se apoderase de su rival. Sin embargo, el Liverpool comenzó el duelo con menos intensidad de lo esperado.
El Chelsea, muy conservador desde el pitido inicial, controlaba el duelo ante unos 'reds' imprecisos, que esperaban un detalle, una acción esporádica, para comenzar a sembrar el pánico en Stamford Bridge.
El tímido despertar del club de Anfield coincidió en el tiempo con el primer punto de inflexión del choque. Un libre directo lejanísimo a favor del Liverpool acabó en el fondo de las mallas después de que Fabio Aurelio sorprendiese a Cech, que 'olvidó' cubrir su palo.
El tanto permitió al Liverpool creer en la posibilidad real de su cometido. Una opción que se acrecentó casi de forma exponencial en los siguientes minutos, en los que los 'reds' cercaron la meta de un dubitativo Cech.
En pleno apogeo ofensivo, el Liverpool hizo pagar al Chelsea su falta de ambición asestando un segundo golpe que dejaba el milagro a su alcance. Xabi Alonso transformó un penalti que él mismo recibió y el 'espíritu de Estambul', escenario en el que el Liverpool consumó su último milagro europeo, parecía estar de vuelta.
Hiddink no tardó en reaccionar, sabedor de que su equipo deambulaba por el terreno de juego ante un rival con una pegada descomunal. El mensaje que trasladó a sus pupilos fue claro, retiró a Kalou por Anelka cuando apenas se cumplía la media hora de juego.
A partir de ahí, el Chelsea reaccionó y comenzó a apostar por un juego más ofensivo. Su ambición fue premiada tras la reanudación, cuando Drogba primero y un soberbio libre directo materializado por Alex después devolvieron a la realidad al cuadro de Benítez.
El Liverpool, eternamente competitivo, nunca bajó los brazos, logrando reponerse del tercer tanto local -obra de Lampard- para voltear de nuevo la eliminatoria y dejar al Chelsea otra vez contra las cuerdas.
Los tantos de Leiva y Kuyt acercaron a los 'reds' a la gloria, pero un magnífico disparo de Lampard finiquitó, una eliminatoria que perdurará en las memorias de ambos equipos durante los próximos años.
Tras la frenética eliminatoria (7-5), el Chelsea, finalista la pasada temporada, se medirá al FC Barcelona en las semifinales con el objetivo de volver a pelear el próximo mes de mayo por conquistar su primera Liga de Campeones en la gran final de Roma.
0 - 1, min. 18: Fabio Aurelio.
0 - 2, min. 28: Xabi Alonso, de penalti.
1 - 2, min. 51: Drogba.
2 - 2, min. 56: Alex.
3 - 2, min. 75: Lampard.
3 - 3, min. 81: Lucas Leiva.
3 - 4, min. 83: Kuyt.
4 - 4, min. 88: Lampard.
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