A España le sale todo, o casi todo, y prueba de ello fue la épica victoria que logró en el 'infierno' turco, escenario en el que nunca había ganado e incluso nunca había logrado un gol. Pero para eso está la historia, para ir cambiándola poco a poco, paso a paso.
Y de paciencia Del Bosque sabe mucho, tanto que manejó el partido a su gusto. El salmantino retiró a Fernando Torres a falta de cinco minutos, cuando el empate (1-1) parecía el marcador final, sin embargo Güiza justificó su polémica convocatoria con una jugada en la que juntó rabia y picardía.
El delantero jerezano --que dispuso de cinco minutos-- peleó un pelotazo de la zaga española, le ganó la partida a Hakan Balta y sirvió en bandeja a Riera el gol del triunfo, igual que hiciera ante Bélgica el pasado mes de octubre para sacar idéntico resultado. Un tanto que pone algo de manifiesto, España es capaz de todo.
Y lo es porque en los primeros 45 minutos, a pesar de recibir el gol, dominó el encuentro gracias a la enorme superioridad de su centro del campo, y eso que Xabi Alonso no tuvo el mejor día. Una vez superados los minutos iniciales, los de Del Bosque se hicieron dueños de la posesión, y en consecuencia del partido, lo que culminó con varias ocasiones.
La primera fue para Albert Riera, que a punto estuvo de sorprender a Demirel a los 14 minutos con una volea lejana, que acabó en córner. El interior zurdo del Liverpool aprovechó la ocasión que le dio Del Bosque desde bien pronto y se ofreció siempre en la ayuda a Capdevila.
No obstante, todo esto valió de poco cuando un centro del villarrealense Nihat dejó sólo ante Casillas a Arda Turan, que cedió a Senturk --compañero de Güiza en el Fenerbahçe-- para que marcase a placer. Este gol no entraba en los planes, y más cuando el equipo hizo méritos como para no sufrir.
Piqué sacó sobresaliente y Casillas apenas tuvo trabajo, sin embargo Turquía vencía 1-0 al descanso. Fue tras la reanudación cuando la calma de Del Bosque invadió el juego español, que se basaba en el toque y más toque que tanto cautivó en la Eurocopa aunque no sirviese para abrir el cerrojo otomano.
A pesar del buen trato visitante del esférico, el primer gol español en su historia en tierras turcas llegó desde los once metros. Un remate de Torres tras un córner en el costado izquierdo golpeó en las manos de Uzulmez.
Xabi Alonso transformó sin problemas, y el partido cambió de cariz. Quedaban más de 20 minutos y había que hacer un gol. No era una imposición, sino que España es así por naturaleza, ha cambiado el curso de la historia y ahora sabe ganar partidos que antes hubieran tenido otro signo. Esta España tiene otro estilo, además de números y estadísticas que demuestran su inmaculada trayectoria desde noviembre de 2006.
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