Dos goles, de Arjen Robben y Wesley Sneijder, le fueron suficientes a los holandeses para derrotar al combinado eslovaco. El extremo demostró sus galones en los de Bert Marwijk, y fue el mejor del partido en los 71 minutos que jugó y el único en poner desborde y velocidad, todo lo que no tuvieron los de Vladimir Weiss, que pese a todo gozaron de opciones cuando perdían por la mínima.
De todos modos, Holanda sigue sin dar una imagen parecida a la hace dos años en la Eurocopa que, en cambio no le sirvió de mucho, y ni siquiera la ansiada reaparición en el once del jugador del Bayern, le devolvió ese fútbol rápido, veloz y de toque, tan propio de otras 'oranges', aunque ya esté entre los ocho mejores y habiéndolo ganado todo.
Eslovaquia tampoco se salió de su guión. Es un equipo construido para batallar y sólido atrás, pero con poco arsenal arriba, menos aún sin su supuesta estrella, el joven Marek Hamsik, que se marchó de Sudáfrica sin dejar destellos de la calidad que se le presupone. Además, el acierto de Robert Vittek ante Italia no apareció y el delantero desperdició el empate.
Para aumentar las carencias de los centroeuropeos, los de Bert Van Marwijk se adelantaron en el marcador pronto, pasado el cuarto de hora, y en una jugada 'mundialmente' conocida. El balón largo a Robben, fue convertido por éste en una de sus diagonales a pierna cambiada y su disparo fue demasiado ajustado para Mucha.
A partir de ahí, el partido se tornó aún más trabado. Los de Vladimir Weiss no se estiraron demasiado, sabedores de que los espacios son letales para los holandeses, y éstos continuaron sin buscar su mejor fútbol. Sólo dos esporádicas acciones finales de Van Persie pudieron alterar algo la 'tranquilidad' con la que discurría el encuentro.
En la reanudación, Eslovaquia tuvo que luchar contra el tiempo, el marcador en contra y con la buena salida de Robben, que demostró por qué se le añora en Holanda. Primero, repitió otra diagonal como la del 1-0, pero su tiro cruzado sí fue detenido por un Mucha, que poco después, metió una ágil mano a un remate cercano de Mathijsen tras una buena incursión del jugador del Bayern de Múnich.
Y es que el extremo ex madridista era el gran quebradero de cabeza para los de Weiss, incapaz de frenarle y aliviados porque sus jugadas no pusiesen la sentencia a su sueño mundialista, cada vez más lejos de Sudáfrica. Holanda buscaba más el balón y aliados para su estrella, con Sneijder y Van Persie, algo falto de ritmo por su larga lesión, como los principales opositores a ese puesto.
Sin embargo, quien perdonó cuando menos se esperaba fue Eslovaquia, que gozó de dos inmejorables ocasiones, sobre un uno contra uno de su goleador Vittek. Stekelenburg, que un minuto antes había metido una buena mano a Stoch, aguantó al delantero, al que le faltó calidad en la definición para lograr la igualada y abrir un nuevo partido.
La 'Orange' afrontó el decisivo cuarto de hora final sin su mejor baza, pero no pasó demasiados apuros. Su rival aún tuvo una ocasión por medio de Vittek, pero fue un fallo del hasta entonces acertado Mucha el que les condenó. Su alocada salida no la desaprovechó Kuyt que, generoso, le dio a Sneijder una sentencia, ni siquiera alterada por el postrero tanto de penalti de Vittek, consuelo para seguir soñando con el pichichi'.
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