España mitigó, con un resultado meritorio porque el combinado de Domenech se mostró como un conjunto muy poderoso en la zona ancha y fuerte atrás, el enrarecido ambiente que acompaña cada concentración y deportivamente amplía la credibilidad del grupo.
Ganó además España como no suele hacerlo. Necesita siempre mucho fútbol, y más ante selecciones de enjundia, para sumar puntos o victorias, pero en esta ocasión doblegó a Francia, a la que también venció en el amistoso previo entre ambas selecciones -en Valencia 2001 (2-1)-, después de un partido equilibrado, incluso en el que los galos merecieron más a los puntos.
Incluso a España le acompañó la suerte tan esquiva en las grandes citas en una doble ocasión errada por la tricolor en el último minuto. Primero Benzema estrelló un cabezazo en el larguero y el rechace lo echó fuera Henry cuando todo estaba a su favor. Además apareció ya en el descuento el habitual milagro de Casillas, en una gran intervención con el pie a disparo de Henry.
Ninguna de las dos selecciones se había mostrado tan impetuosa como en el tramo final, en el que una Francia herida, por el tanto de Capdevila, redobló esfuerzos para batir a Casillas. Hasta entonces Francia había dominado un partido en el que había ofrecido mejores sensaciones y que sólo se rompió en el rechace de un saque de esquina, gracias al oportunismo de Capdevila.
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