El lamentable incidente que vamos a relatar transcurría durante la disputa del Mundial de España '82. En él, las selecciones de Alemania Federal, Austria, Argelia y Chile, quedaban encuadradas en el Grupo B, teniendo que jugar sus partidos clasificatorios en tierras astures, entre los estadios del Molinón de Gijón y el Carlos Tartiere de Oviedo.
Tras el lamentable Mundial de Argentina '78, en la que había caído en la 2ª ronda, Alemania Federal llegaba con un equipo renovado en iusión y con las miras puestas en llevarse el campeonato. En Argentina, habían caído en su grupo tras caer (en 2ª fase) con Holanda (finalista al final del torneo), una joven y renovadísima Italia y definitivamente, tras perder en este fase sorprendentemente contra uno de los equipos con los que coincidiría en este Mundial en 1ª fase, Austria.
Alemania llegaba con una selección fuerte con jugadores ya hechos tras su primera experiencia mundialista en el país albiceleste. Schumacher, Rummenigge, Briegel, Breitner, Karl-Heinz Foerster, Mannfred Kaltz, Klaus Fischer, Magath, Uli Stielike o Littbarski formaban un serio candidato al cetro europeo.
Con ellos en este grupo se encontraba: Chile, con un equipo muy pobre y que llegaba apenas sin opciones y con Moscoso, Neira y Letelier como figuras representativas; Argelia, sorpresa africana del torneo que llegaba con un equipo poco experimentado pero joven e ilusionante con Madjer como principal figura y Belloumi, Assad y Bensaoula como escuderos; Austria, tras su sorprendente participación en el anterior Mundial, la confianza de los austríacos era buena, aunque sus espectativas de éxito en este Mundial no eran muy buenas según los expertos. Schachner, Krankl, Pezzey y Hintermaier formaban parte del equipo centroeuropeo.
Tras el lamentable Mundial de Argentina '78, en la que había caído en la 2ª ronda, Alemania Federal llegaba con un equipo renovado en iusión y con las miras puestas en llevarse el campeonato. En Argentina, habían caído en su grupo tras caer (en 2ª fase) con Holanda (finalista al final del torneo), una joven y renovadísima Italia y definitivamente, tras perder en este fase sorprendentemente contra uno de los equipos con los que coincidiría en este Mundial en 1ª fase, Austria.
Alemania llegaba con una selección fuerte con jugadores ya hechos tras su primera experiencia mundialista en el país albiceleste. Schumacher, Rummenigge, Briegel, Breitner, Karl-Heinz Foerster, Mannfred Kaltz, Klaus Fischer, Magath, Uli Stielike o Littbarski formaban un serio candidato al cetro europeo.
Con ellos en este grupo se encontraba: Chile, con un equipo muy pobre y que llegaba apenas sin opciones y con Moscoso, Neira y Letelier como figuras representativas; Argelia, sorpresa africana del torneo que llegaba con un equipo poco experimentado pero joven e ilusionante con Madjer como principal figura y Belloumi, Assad y Bensaoula como escuderos; Austria, tras su sorprendente participación en el anterior Mundial, la confianza de los austríacos era buena, aunque sus espectativas de éxito en este Mundial no eran muy buenas según los expertos. Schachner, Krankl, Pezzey y Hintermaier formaban parte del equipo centroeuropeo.
El partido inaugural de este grupo, se disputó un 16 de Junio de 1982 en el estadio del Molinón y ante 42.000 espectadores. Alemania y Argelia medían sus fuerzas, con los germanos como claros favoritos. Sin embargo el gol de Rummenigge en el min. 67' no pudo contrarrestar el de Madjer al comienzo de la segunda parte y el de Belloumi un minuto después de haber marcado el jugador teutón. Así, con el 1-2 para los argelinos, éstos daban un golpe en la mesa y mostraban sus credenciales para pasar de ronda. En el otro partido del grupo, Austria ganaba a Chile por 0-1.
En el 2º partido del grupo, Alemania tomó revancha, vapuleando a los chilenos por 4-1, mientras que Austria ganaba por 2-0 a Argelia.
Así las cosas, y con Austria ya clasificada, los alemanes y argelinos se jugarían la otra plaza restante a la segunda fase en el tercer partido del grupo B.
El primero en disputar el partido decisivo era Argelia contra Chile, un 24 de Junio en el estadio Carlos Tartiere de Oviedo. Argelia en este partido salió a por todas, y con tres goles en la primera parte (obra de Bensaoula y dos de Assad), los argelinos confiaban en la victoria. Quizás la relajación o las ganas de los chilenos, propiciaron 2 goles de Chile (Letelier y Neira) en la segunda parte, siendo a pesar de todo, insuficientes para remontar el partido. Argelia así, ganaba por 3-2 y su clasificación estaba más cerca a la espera del enfrentamiento decisivo al día siguiente entre alemanes y austríacos.
Fue así, como un 25 de Junio de 1982 en el estadio del Molinón de Gijón, la infamia llegó a su máximo apogeo. Alemania para clasificarse necesitaba 2 cosas. La primera logicamente era ganar y la segunda, y debido al triple empate que se formaría a 4 puntos, era ganar por 1-0 para dejar en la cuneta a los argelinos. Con el arbitraje del escocés, Bob Valentine, Hrubesch anotaba en el minuto 10' tras pase de Littbarsky, el único y sospechoso gol del partido.
Y digo sospechoso, por el "partidillo" entre amigos que se jugó a partir de ese momento. Durante los 80 minutos restantes, ambas selecciones se dedicaron a tocar el balón (jugando un burdo rondo) y en que las ocasiones o incluso acercamientos al área, brillaron por su ausencia.
Con el paso de los minutos, el tongo fue tal, que los abucheos y silbidos del público y el típico cántico de "que se besen, que se besen.." llegó a ensordecer (pero no enrojecer) a ambas escuadras.
La indignación fue tal, que algunos aficionados argelinos presentes en el estadio lanzaron monedas al césped señalando que el partido estaba arreglado. En ese mismo día, la leyenda germana, Franz Beckenbauer dijo: "Es un día triste para el fútbol".
Así Alemania se clasificaba para la siguiente ronda de la forma más indignante posible. Tras el partido, la FIFA (supuestamente), inició una investigación sobre los hechos, cerrando el caso al no encontrar "pruebas evidentes". Desde mi punto de vista, tal investigación nunca existió ya que por cuestiones ajenas al fútbol, Alemania sería una selección que daría más empaque y brillo al Mundial de España. Pero ante la indignación de un país entero como Argelia, las "supuestas investigaciones" se tuvieron que realizar montando una tremenda cortina de humo para satisfacer la ira argelina y del mundo del fútbol en general.
Al concluir la pantomima, cientos de argelinos se personaron ante el hotel de la playa gijonesa en el que estaban alojados los futbolistas alemanes y les gritaron indignados. El portero Toni Schumacher les respondió desde un balcón lanzándoles cubos de agua y basura. No fue la única actuación falta de civismo del arquero germano, que en las semifinales contra Francia (3-3), ganada en los penaltis -Italia se llevó la final (3-1)-, cometió una falta tremenda sobre el líbero Patrick Battiston. Tan duro fue el choque que se temió por la vida del líbero galo, que salió inconsciente y con unos cuantos dientes menos del estadio. "Le pagaré los gastos de una corona dental", abundó Schumacher. A la federación de Argelia, entretanto, no la consoló que los futbolistas alemanes fuesen recibidos con una lluvia de huevos y tomates en su hotel. Su lucha contra los burócratas de la FIFA, con su vicepresidente, el alemán Herman Neuberger entre bambalinas, fue quijotesca. El organismo rechazó la petición magrebí de impugnar el encuentro después de tres horas. "El partido se disputó según las reglas del juego. La FIFA no interviene en las tácticas y sistemas que emplea cada equipo", cerró el asunto.
Con todo en contra, la FIFA tuvo que cambiar para el siguiente Mundial el sistema de clasificación, por el cual en la última jornada de la primera fase, se jugarían los dos partidos de cada grupo de forma simultánea. Este sistema se ha dado hasta nuestros días.
Con el paso de los años, y en una entrevista publicada en el diario 'Al Ittihad', de Emiratos Arabes Unidos, Briegel confirmaba lo que todos ya sospechaban. Sus declaraciones no tuvieron desperdicio: "Sí, me disculpo por ello" dijo el ex defensa del Kaiserslautern. La Apisonadora del Palatinado, reconocía así que "Alemania hizo trampa para echar a Argelia" y que para ello se puso de acuerdo con Austria. Y declaraba: "Aunque lo ocurrido saltaba a la vista, la FIFA decidió no sancionar a nadie. Sólo me queda disculparme ante los argelinos, que habían merecido clasificarse" por su buen juego.
(info: Wikipedia/El Pais)
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