(AFP) Con un gol de su capitán Silvio Velo a ocho minutos del final, Argentina le ganó el jueves 1-0 a su clásico rival Brasil y se consagró por segunda vez consecutiva campeón mundial de fútbol para invidentes.
Velo, goleador del conjunto argentino con cinco tantos, terminó de definir la suerte de un encuentro que dominaron en su desarrollo los brasileños, pero que no pudieron plasmarlo en la red, ante unas 3.000 personas que sobrepasaron las tribunas de la cancha de cemento del complejo deportivo del CENARD, en esta capital.
Los Murciélagos de Argentina habían ganado la copa hace cuatro años en el último mundial de Brasil en 2002.
El tercer puesto quedó para Paraguay, que le ganó 2-1 a España.
El mundial de invidentes se desarrolla cada cuatro años y compiten ocho países.
Los equipos son de cinco jugadores, que por reglamento son todos ciegos menos el arquero y llevan máscaras que les cubren los ojos.
La pelota tiene dentro un sonajero para que puedan escucharla los futbolistas. Por ese motivo, se le pide a los aficionados que mantengan silencio.
La cancha, que mide menos de la mitad de una ordinaria de fútbol, tiene en las líneas laterales muros de plástico transparente para mantener a los jugadores en el terreno de juego.
Velo, goleador del conjunto argentino con cinco tantos, terminó de definir la suerte de un encuentro que dominaron en su desarrollo los brasileños, pero que no pudieron plasmarlo en la red, ante unas 3.000 personas que sobrepasaron las tribunas de la cancha de cemento del complejo deportivo del CENARD, en esta capital.
Los Murciélagos de Argentina habían ganado la copa hace cuatro años en el último mundial de Brasil en 2002.
El tercer puesto quedó para Paraguay, que le ganó 2-1 a España.
El mundial de invidentes se desarrolla cada cuatro años y compiten ocho países.
Los equipos son de cinco jugadores, que por reglamento son todos ciegos menos el arquero y llevan máscaras que les cubren los ojos.
La pelota tiene dentro un sonajero para que puedan escucharla los futbolistas. Por ese motivo, se le pide a los aficionados que mantengan silencio.
La cancha, que mide menos de la mitad de una ordinaria de fútbol, tiene en las líneas laterales muros de plástico transparente para mantener a los jugadores en el terreno de juego.
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