Adriano es cedido al Sao Paulo brasileño durante seis meses

(Espn) El Sao Paulo, campeón del fútbol brasileño, obtuvo la cesión del delantero Adriano Leite Ribeiro, del Inter de Milan italiano, según informó su representante, Gilmar Rinaldi.

"Está todo hecho. Acabé de salir de una reunión con los dirigentes del Inter, y Adriano va a quedarse en el Sao Paulo por seis meses", dijo Rinaldi.

Los dirigentes del Inter "están muy contentos" con la recuperación del jugador, que pasó un mal año en Italia, plagado de lesiones, y "desean que continúe en Brasil seis meses más", según el representante.

El ex internacional brasileño se encuentra en el centro de rehabilitación deportiva, fisioterapéutica y fisiológica (Reffis) del Sao Paulo, que es uno de los más afamados y reconocidos en su categoría en todo el mundo.

La idea del club paulista es que el Emperador, como conocen a Adriano en Brasil, termine su recuperación en la Liga brasileña, menos exigente que la italiana y que ayude al club, por lo menos, en el comienzo de la Copa Libertadores del 2008.

Sao Paulo anunció que Adriano será presentado oficialmente el viernes. "Estoy muy feliz con este acuerdo. Desde el primer día que llegué al club todos me recibieron muy bien", dijo el Emperador.

"Sería un honor ganar título con este club. Voy a trabajar muy fuerte para eso y para regresar a la selección brasileña", agregó.

Rinaldi afirmó en una entrevista con la Gazzetta dello Sport que después de los seis meses, el ariete "volverá al Inter". Adriano viajó el 16 de noviembre a Brasil para someterse a un tratamiento de rehabilitación física y psicológica.

Adriano había sido excluido del equipo titular del Inter y tampoco fue incluido para jugar en la Champions League, con problemas de depresión, producto de la muerte de su padre en el 2006, según contó a un medio periodístico brasileño.

También reconoció en una ocasión que a veces tenía que beber en la noche para poder dormir, todo lo cual el Inter espera que lo supere porque mantiene la confianza en él, según lo ha dicho en repetidas ocasiones el presidente del club neroazzurro Massimo Moratti.