Joseph Blatter tiene en sus manos, esas que nunca tocaron un balón, el futuro del fútbol europeo. Su cruzada personal es reducir el número de jugadores extranjeros en los equipos, es decir, volver progresivamente a la situación en la que nos encontrabamos antes de la aprobación de la ley Bosman.
¿Ilegal?,¿Paso atras?... tranquilos, Blatter está por encima de la ley y no tiene sentido común, asi que va a ser difícil que alguien le pare. Independientemente de la idoniedad de la medida propuesta, la Fifa debería empezar a colaborar mas estrechamente con los clubes, o por lo menos consultarles... no deben olvidar que, sin su apoyo, la Fifa perdería su razón de ser.
Preguntado por si dicha medida va en contra de la norma de libre circulación de los trabajadores dentro de la U.E, Blatter ha contestado: "es sólo una excusa que en fútbol no tiene sentido porque si en el resto de actividades la circulación de trabajadores afecta a entre el 5 y el 8 por ciento de cada profesión, en el fútbol esos porcentajes se disparan hasta el 60 por ciento, como sucede en la Premier. Eso va en contra de las selecciones nacionales, hace cada vez más fuertes a los clubes más ricos y agudiza las diferencias en todas las competiciones"
Dejando a un lado que la medida es ilegal, (Blatter no es nadie, aunque le duela, para modificar el régimen jurídico de la ciudadanía europea) no puedo estar de acuerdo con sus argumentos.
Las consecuencias de esta medida, en cambio, serían:
1: Los clubes mas ricos acapararían a los mejores jugadores nacionales, lo que supondría un problema para los demás, que tendrían que completar sus plantillas con jugadores nacionales menos competitivos al no poder acceder al mercado europeo. La consecuencia lógica es, por tanto, una reducción de la igualdad.
2: Las transferencias de jugadores se reducirían de forma muy importante, pocos equipos estarían dispuestos a vender a sus jugadores nacionales si no pueden comprar un jugador extranjero para suplantarle. Ello implica que solo los equipos con grandes recursos podrán conseguir que jugadores extranjeros importantes cambiasen de liga. De nuevo estamos ante una reducción de la igualdad.
3: Por último, puesto que los jugadores europeos no se pueden "nacionalizar", (precisamente por la existencia de la Ley Bosman y el régimen jurídico de ciudadanía europea) pero los Africanos, Asiaticos, Americanos... si que pueden, la única consecuencia segura de esta medida sería la proliferación desmedida de las nacionalizaciones de jugadores de procedencia extra-europea.
Por lo tanto, lo único que esta medida puede conseguir es perjudicar al fútbol europeo, y eso, señor Blatter, no se toca.
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