(Efe) El Zenit San Petersburgo impuso su calidad y encontró premio a su mayor ambición para recoger la corona de la Copa UEFA al vencer por 2-0 al Glasgow Rangers, y heredar así el trono conquistado por el Sevilla el pasado año y frustrar las expectativas del Rangers de los españoles Carlos Cuéllar y Nacho Novo, que no pudo erigirse en el primer equipo escocés en ganar este torneo.
El segundo representante ruso en conquistar la Copa UEFA, tras el CSKA Moscú en el 2005, culminó con éxito su gran trayectoria. Tanto por juego como por resultados el bloque que dirige el holandés Dick Advocaat ha impuesto su estilo. Aunque sólo la vio cerca cuando Igor Denisov logró batir a Neil Alexander en el ecuador de la segunda parte.
El inicio delató la fidelidad de ambos equipos a sus respectivas filosofías. El conjunto ruso asumió la posesión del juego. La acaparó con descaro. Firme en el fútbol rápido que ha sorprendido a la competición, que nunca contó con el cuadro del técnico holandés Dick Advocaat entre sus aspirantes. Sin embargo, los triunfos ante equipos como el Villarreal, Bayer Leverkusen y, sobre todo, el Bayern Múnich, estimularon la perspectiva del Zenit, base de la selección de Rusia.
No concede opciones a sus adversarios, maniatados por la absoluta posesión del balón que pretende el conjunto de San Petersburgo. Quedó claro ante el Rangers, un cuadro mucho más rácano en el manejo, que desprecia cualquier riesgo.
La salida rusa fue en tromba a los cuatro minutos Andrei Arshavin tuvo la primera ocasión clara. En buena predisposición y el balón controlado disparó al lateral de la red. A continuación, Victor Fayzulin cabeceó por encima del larguero.
En la contención fue importante la labor de Carlos Cuéllar, que sostuvo a su zaga ante la avalancha rival. La intensidad del Zenit no desfalleció aunque careció de ocasiones importantes ante un rival sostenido a sus argumentos. La contención y los contraataques. Los pilares que le han orientado hacia la final.
Sin embargo, en el arranque de la segunda parte, el cuadro de Walter Smith despreció una buena ocasión de arruinar las intenciones de los rusos. Vyacheslav Malafeev frustró un disparo raso de Jean Claude Darchevill, el balón rondó el área pequeña hasta que salió fuera. La oportunidad desperezó al Rangers. Y frenó el entusiasmo ruso.
El encuentro entró en un veloz intercambio de acciones. Tuvo una clara el equipo escocés. En dos acciones consecutivas. La primera de Steven Whitaker y el rechace lo aprovechó Steven Davis, que salvó Igor Denisov cuando entraba en la portería. La acción derivó en una peligrosa contra que llevó Arshavin. Salvó al meta Neil Alexander y, sin portero, lanzó a portería. Sasha Papac llegó a tiempo y sacó bajo palos.
La apertura de espacios benefició al cuadro de San Petersburgo, que pudo ejecutar la acción veloz que supuso el primer tanto. Nació en un saque de banda y culminó con una pared entre Arshavin y Denisov, que batió a Alexander a falta de veinte minutos para el final.
Un lanzamiento al palo de Konstantin Zyrianov pudo ventilar el partido. Smith tomó riesgos y sacó a Nacho Novo al césped en lugar de Papac a falta de un cuarto de hora.
La entrada del atacante español no acentuó, sin embargo, el ataque del Rangers, desorientado e incapaz de poner en aprietos a Malafeev. Es más, fue el Zenit el que amplió la victoria con el tanto de Konrstantin Zyrianov, en el descuento.
El segundo representante ruso en conquistar la Copa UEFA, tras el CSKA Moscú en el 2005, culminó con éxito su gran trayectoria. Tanto por juego como por resultados el bloque que dirige el holandés Dick Advocaat ha impuesto su estilo. Aunque sólo la vio cerca cuando Igor Denisov logró batir a Neil Alexander en el ecuador de la segunda parte.
El inicio delató la fidelidad de ambos equipos a sus respectivas filosofías. El conjunto ruso asumió la posesión del juego. La acaparó con descaro. Firme en el fútbol rápido que ha sorprendido a la competición, que nunca contó con el cuadro del técnico holandés Dick Advocaat entre sus aspirantes. Sin embargo, los triunfos ante equipos como el Villarreal, Bayer Leverkusen y, sobre todo, el Bayern Múnich, estimularon la perspectiva del Zenit, base de la selección de Rusia.
No concede opciones a sus adversarios, maniatados por la absoluta posesión del balón que pretende el conjunto de San Petersburgo. Quedó claro ante el Rangers, un cuadro mucho más rácano en el manejo, que desprecia cualquier riesgo.
La salida rusa fue en tromba a los cuatro minutos Andrei Arshavin tuvo la primera ocasión clara. En buena predisposición y el balón controlado disparó al lateral de la red. A continuación, Victor Fayzulin cabeceó por encima del larguero.
En la contención fue importante la labor de Carlos Cuéllar, que sostuvo a su zaga ante la avalancha rival. La intensidad del Zenit no desfalleció aunque careció de ocasiones importantes ante un rival sostenido a sus argumentos. La contención y los contraataques. Los pilares que le han orientado hacia la final.
Sin embargo, en el arranque de la segunda parte, el cuadro de Walter Smith despreció una buena ocasión de arruinar las intenciones de los rusos. Vyacheslav Malafeev frustró un disparo raso de Jean Claude Darchevill, el balón rondó el área pequeña hasta que salió fuera. La oportunidad desperezó al Rangers. Y frenó el entusiasmo ruso.
El encuentro entró en un veloz intercambio de acciones. Tuvo una clara el equipo escocés. En dos acciones consecutivas. La primera de Steven Whitaker y el rechace lo aprovechó Steven Davis, que salvó Igor Denisov cuando entraba en la portería. La acción derivó en una peligrosa contra que llevó Arshavin. Salvó al meta Neil Alexander y, sin portero, lanzó a portería. Sasha Papac llegó a tiempo y sacó bajo palos.
La apertura de espacios benefició al cuadro de San Petersburgo, que pudo ejecutar la acción veloz que supuso el primer tanto. Nació en un saque de banda y culminó con una pared entre Arshavin y Denisov, que batió a Alexander a falta de veinte minutos para el final.
Un lanzamiento al palo de Konstantin Zyrianov pudo ventilar el partido. Smith tomó riesgos y sacó a Nacho Novo al césped en lugar de Papac a falta de un cuarto de hora.
La entrada del atacante español no acentuó, sin embargo, el ataque del Rangers, desorientado e incapaz de poner en aprietos a Malafeev. Es más, fue el Zenit el que amplió la victoria con el tanto de Konrstantin Zyrianov, en el descuento.
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