La primera entrega de esta sección con la que colaboro para
‘El Balón Digital’ analiza una actuación al azar de
Cristiano Ronaldo, en concreto la del
partido de la FA Cup ante el Aston Villa del pasado 5 de enero. Aclaro que elegí el jugador y el partido antes de disputarse para no escoger un choque a propósito ya sea para bien o para mal. Por otro lado, pondré de manifiesto mi opinión sobre el portugués previa a este encuentro. Pienso que es uno de los grandes jugadores de la actualidad, muy desequilibrante, pero siempre he creído que es más efectista que efectivo. Es como disparar con fuegos artificiales: espectacular aunque muchas de sus acciones no cumplen con su fin. Desde hace años, he pensado que está sobrevalorado y lo digo en su mejor campaña, en la que además está casi perfecto en la faceta anotadora.
En este partido podemos hacer dos lecturas:
1) Si hacemos un mini resumen con sus 4 acciones destacadas (casi valdría para cualquier partido suyo) sería lógico decir que es un crack de los que consiguen triunfos por sí solos (esto es lo que provoca que gente como Kaká o el extremo del Manchester United son más candidatos al Balón de Oro que aquellos sin esas acciones tan espectaculares pero con un altísimo acierto en la casi totalidad de sus acciones, como se apreciaba en la primera entrega de esta sección; y es que los que deciden los galardones individuales pienso que se fian de resúmenes, acciones aisladas y títulos logrados a la hora de decidirse. Ojalá esos jurados pudiesen ver partidos completos de la mayoría de jugadores).
2) Si atendemos, en cambio, a los noventa minutos (lo que se recoge en este video) observamos que la balanza de sus errores y pérdidas de balones pesa más en cantidad que sus acciones acertadas, aunque puntualizo que si sus mínimos aciertos significan dos goles entiendo que muchos saquéis una conclusión positiva.
Estas son mis conclusiones sobre la actuación de Cristiano Ronaldo:
- Pierde muchos balones (hasta tres en los primeros cinco minutos de encuentro y numerosas en los noventa), algunos incomprensibles (3', 3'53", ó 7'30")
- En ocasiones se obsesiona con hacer la jugada individual (6'30"), con bicicletas y otras filigranas que finalizan sin resultado positivo (1'15" del montaje). Hay pocas excepciones en las que un detalle técnico es necesario (2'26") o más útil (5'50")
- Cuando juega fácil, sorprende y es más positivo para el equipo (2'45")
- Se implica poquísimo en tareas defensivas (3'24" o 9'36" son las únicas muestras)
- Tiene mucha movilidad, apareciendo a veces por el centro o la izquierda, aunque demuestra ser más peligroso en su habitat natural, la derecha (5') y con espacio para aprovechar su velocidad (6'50", 8'36")
- Juega demasiado alejado del área rival, y más adelantado saca más partido a sus cualidades (5'10)
- Pierde prácticamente la mitad de las pelotas que toca pero decide el partido, dejando dos goles en bandeja (8'36" y 9'46"), anotando el primero (8'50") y participando en el segundo (9'57")
En resumen, hace mucho mal y poco bien, pero lo poco (muy bueno) es lo más destacado del encuentro y lo que decide el mismo.
Pd. Este análisis se publicó previamente en mi blog, La Cola de Vaca.
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