El bueno, el feo y el malo

En los años '60, Sergio Leone se hizo hueco en la industria cinematográfica. Revolucionó las películas de vaqueros con una nueva fórmula: "el Spaguetti Western". Rodadas en Almería y catapultando a la fama al actor Clint Eastwood o al célebre compositor Enio Morricone, Leone obtuvo unas sensacionales críticas que le otorgaron un gran prestigio como director.
Ese tipo de cine se perdería a finales de los 70', aunque por lo que se ve por Barcelona, sus fans fluyen por doquier....

Llegaba Eto'o a "Fort Can Barça" tras su ausencia los últimos meses por lesión. Muchos lloraban su ausencia ya que el juego del Barça se vió afectado durante ese período. Aunque desde Barcelona las críticas no eran demasiado feroces al equipo, desde Madrid tampoco hablaban demasiado, y es que en la Casa Blanca ya tenían sus propios pistoleros en "busca y captura" como Ronaldo, Cassano o Beckham...

Con la llegada de Eto'o todo parecía alegría en el Camp Nou, y es que junto a la llegada de "The Kid" Messi, la ciudad volvía a ser segura. Pero como en todo argumento de película del género western que se precie, las pistolas y los grandes duelos no pueden faltar. En una película como la del Barça en la que la alegría parecía volver a asomar, las tempestades y relaciones gastadas han cultivado lo que quizás, se podría convertir en una ciudad sin ley.

Eto'o (el malo) ha dirigido sus balas hacia el Sheriff Rijkard (el bueno) y al ayudante del Sheriff, Ronaldinho (el feo). Aún desde mi humilde opnión de guionista falta mucho por saber de este caso... Aún a estas alturas y con las armas desenfundadas, la película no ha llegado a su parte final, aunque lo más lógico sería que Eto'o volviese a enfundar sus pistolas. Él sabe bien que no se debe morder la mano del que te dá de comer y que sus goles volverán.

La llegada de Eto'o ha creado convulsión y la supuesta ruptura del club en dos bandos, según asegura, sólo hace que dividir a un equipo que era la envidia de Europa .
Y mientras tanto, el Gobernador Laporta trata de calmar la revuelta sabiendo que se encuentran vivos en todas las competiciones que dirimen, y que si el equipo sale dividido y empieza a perder, quizás no entren en las arcas culés demasiadas bolsas con el símbolo del $.

En los próximos días veremos como acaba la película. Desde Madrid nos venderán una crisis a nivel del Escándalo Watergate, mientras que desde Bacelona asegurarán que ya han fumado la pipa de la paz.

Y aunque la historia nos niegue el derecho a conocer esta trama, siempre sabremos que vaqueros como estos formaron un gran país como los Estados Unidos (Federación Española de Fútbol), en el que por cierto, preside un tal George Bush (Angel María Villar)...da que pensar....