Dicen en Mallorca que la forofada de Ramon Calderón les sentó mal a los bermellones, y lo entiendo, hizo una de las suyas cuando no tocaba. Que su orgullo se sienta herido también es de entender, y que salgan a por todas en el partido diciendo aquello de "aquí estoy yo y ganar te va a costar", también es del género normal si consideramos profesionales a los jugadores.
Pero lo de los maletines ya se pasa de castaño oscuro, se está hablando ya de 2 millones de euros por puntuar en el Bernabeú. Es de locos pagar dos veces (y muy bien) a un jugador por realizar su trabajo, ganar al Real Madrid siempre ha sido una motivación extra para cualquier equipo, es ganar a la historia, es estar en todas las noticias y es hablar de los jugadores que le han ganado. Si a esto le sumamos que el orgullo mallorquín se siente herido, la motivación y el trabajo psicológico ya está hecho, no haría falta introducir ningún elemento adicional que adulterara artificialmente la competición, y menos monetario, porque ya sabemos la querencia de los futbolistas (casi todos) por el vil metal por encima de otros intereses.
Para que luego los jugadores siempre hablen de lo típico: que si por encima de todo somos personas, de momento aún no he visto ningún equipo de cangrejos o lirones aunque muchas veces (sin el maletin de por medio) lo pareciese; o aquello también de que por encima de todo somos profesionales, empezando por Arango que sin jugarse nada (salvo el maletín) decide pasar de su selección con el único objetivo de llevarse la pasta.
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