Un hincha de Tigre, de 41 años, fue asesinado de una pedrada en la cabeza lanzado por un parcial de Nueva Chicago. El hecho ocurrió a a dos calles de la cancha del club de Mataderos, donde se disputó la Promoción que determinó el ascenso del equipo de Victoria a primera división .
El golpe le fracturó el cráneo y el hombre (la identidad no fue suministrada por la policía) permaneció caído en la calle durante 20 minutos, con la cabeza cubierta de sangre y los ojos cerrados, según indicaron testigos del hecho, hasta que una ambulancia del SAME lo recogió y trasladó, aún con vida, hasta el hospital Santojani.
En lo que ya es un clásico de estos partidos, especialmente en tierras bonaerenses, ni siquiera se escuchó el pitazo final .
Todo comenzó con un penal a favor de Tigre, que ganaba 2-1 y lograba volver a primera después de 27 años.
Los hinchas estaban listos para invadir el campo de juego, pero la gente de Nueva Chicago se les anticipó. Enojados por el ascenso frustrado de su equipo, saltaron a la cancha, robaron prendas a sus jugadores y fueron directamente a enfrentarse con la parcialidad que llegó desde Victoria.
Todo comenzó con un penal a favor de Tigre, que ganaba 2-1 y lograba volver a primera después de 27 años.
Los hinchas estaban listos para invadir el campo de juego, pero la gente de Nueva Chicago se les anticipó. Enojados por el ascenso frustrado de su equipo, saltaron a la cancha, robaron prendas a sus jugadores y fueron directamente a enfrentarse con la parcialidad que llegó desde Victoria.
El partido no siguió y fue el punto de arranque de los incidentes.
El enfrentamiento se prolongó durante dos horas y dejó otro saldo lamentable, con más de 30 heridos -entre ellos una decena de efectivos policiales- y 78 detenidos, que fueron derivados a las comisarías de Mataderos, Lugano y Liniers.
Después de los incidentes sucedidos en el estadio, la policía hizo salir a los aficionados visitantes por la calle Cárdenas en lugar de Avenida Perón, lo que les hubiera facilitado un rápido acceso a la avenida General Paz.
Esto provocó desesperación en los hinchas de Tigre por las agresiones que recibían y muchos llegaron lastimados a los micros que los debían volver a Victoria. Ante el entorpecimiento en el traslado de los vehículos que salían por la calle mencionada, un micro de Tigre debió ser abandonado presurosamente por sus ocupantes y esto fue aprovechado por los hinchas de Chicago para incendiarlo.
Después de los incidentes sucedidos en el estadio, la policía hizo salir a los aficionados visitantes por la calle Cárdenas en lugar de Avenida Perón, lo que les hubiera facilitado un rápido acceso a la avenida General Paz.
Esto provocó desesperación en los hinchas de Tigre por las agresiones que recibían y muchos llegaron lastimados a los micros que los debían volver a Victoria. Ante el entorpecimiento en el traslado de los vehículos que salían por la calle mencionada, un micro de Tigre debió ser abandonado presurosamente por sus ocupantes y esto fue aprovechado por los hinchas de Chicago para incendiarlo.
La magnitud de los hechos fue tal que después de los enfrentamientos los alrededores del estadio ofrecían un escenario dantesco, con vidrios, piedras, escombros, manchas de sangre y una pesada nube de gas lacrimógeno que reemplazaba a la niebla.
Una nuevo capítulo de la autentica barbarie que se vive en Argentina con la violencia en el fútbol, que no es mas que un fiel reflejo de las muchas carencias de la sociedad, y que ya se ha cobrado 177 vidas desde que empezo a rodar el balon, alla por 1939.
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