(Efe) El Fenerbahçe, que dirige el brasileño Zico, demostró en Estambul que la inexperiencia y la inferioridad técnica pueden a veces superarse gracias a la garra y la voluntad de ganar y, con eso, le bastó para imponerse al Chelsea por 2-1, en la ida de los cuartos de final de la Champions League. El equipo turco venció a un Chelsea que durante prácticamente todo el partido fue un sólido castillo defensivo, con una calidad individual y táctica superior a la del Fenerbahçe.
El técnico israelí del Chelsea, Avram Grant, dispuso a sus jugadores de una manera menos habitual a la que tiene acostumbrado, en lugar de un tripleta de ataque estableció un 4-1-4-1, con el marfileño Didier Drogba solo en la punta.
La táctica era mantener a la línea del centro del campo ligeramente adelantada para evitar impedir la construcción del juego al Fenerbahçe, un equipo que necesita de espacios amplios para pensar.
El Fenerbahçe intentó ejercer su papel de anfitrión y buscó irse hacia arriba sin amilanarse ante su rival, pero una vez tras otra chocó con la seguridad defensiva de los londinenses que utilizaban un marcaje individual. La presión del Chelsea le surtió efecto y empezó a crear ocasiones pasados los diez minutos de juego.
El Fenerbahçe, con todo, se mostraba sereno, controlando las pelotas altas y con un atento a cualquier peligro. Pero en un centro corto al área del francésVolkan Florent Malouda, el brasileño Deivid despejó rematadamente mal y envió la pelota al fondo de su propio arco.
En el minuto 30, apareció la estrella marfileña Didier Drogba que en un disparo corto provocó que Volkan hubiese de lucirse para desviar la pelota al córner. Unos minutos después, otro pase largo a Drogba le dejó sólo ante la meta turca, pero una salida a tiempo de Volkan, que despejó desde fuera del área, evitó el segundo tanto del Chelsea.
La construcción del juego del Fenerbahçe se asemejaba, ante la presión inglesa, a una partida de damas con demasiados pases cortos hacia adelante y largos hacia atrás buscando los pocos huecos libres pues los jugadores del Chelsea bloqueaban con acierto todas las casillas.
El Fenerbahçe reclamó dos penales en la primera mitad pero el árbitro danés se mostró permisivo con la excesivamente dura marca del Chelsea. En la segunda mitad, el equipo de Zico salió motivado por los gritos de sus seguidores que parecían resucitar de la decepción del gol en contra. Pero también comenzaron a acusar el cansancio de atacar incesantemente contra la fortaleza inexpugnable en la que se había convertido la defensa del Chelsea y cada pérdida de balón fue aprovechada por los "blues" para crear peligro, bien con disparos desde todos los ángulos de Drogba o con jugadas muy bien enlazadas entre el alemán Michael Ballack, el ghanés Michael Essien y Joe Cole. Fue en una de las pocas ocasiones en que los "canarios" consiguieron despistar a la defensa del Chelsea con un pase desde el centro del campo de Mehmet Aurelio a Colin Kazim que batió al italiano Carlo Cudicini con un tiro a media altura, cuando los de casa consiguieron empatar el partido.
Los chicos de Zico querían más y se lanzaron al ataque, consiguiendo que el Chelsea retrasara sus líneas. Y la recompensa llegó: un impresionante disparo de Deivid desde la línea de tres cuartos que se coló por el lateral de la portería sin que Cudicini pudiese siquiera tocarlo, la remontada turca brillaba en el electrónico.
Finalmente, el Fenerbahçe, que por primera vez llega a los cuartos de final de la máxima competición europea, logró ganar a un Chelsea que, con sus estrellas y organización táctica, es un firme candidato a llevarse el título.Pero para ello deberán superar en Londres a un Fenerbahçe que, hoy por hoy, sueña con todo.
El técnico israelí del Chelsea, Avram Grant, dispuso a sus jugadores de una manera menos habitual a la que tiene acostumbrado, en lugar de un tripleta de ataque estableció un 4-1-4-1, con el marfileño Didier Drogba solo en la punta.
La táctica era mantener a la línea del centro del campo ligeramente adelantada para evitar impedir la construcción del juego al Fenerbahçe, un equipo que necesita de espacios amplios para pensar.
El Fenerbahçe intentó ejercer su papel de anfitrión y buscó irse hacia arriba sin amilanarse ante su rival, pero una vez tras otra chocó con la seguridad defensiva de los londinenses que utilizaban un marcaje individual. La presión del Chelsea le surtió efecto y empezó a crear ocasiones pasados los diez minutos de juego.
El Fenerbahçe, con todo, se mostraba sereno, controlando las pelotas altas y con un atento a cualquier peligro. Pero en un centro corto al área del francésVolkan Florent Malouda, el brasileño Deivid despejó rematadamente mal y envió la pelota al fondo de su propio arco.
En el minuto 30, apareció la estrella marfileña Didier Drogba que en un disparo corto provocó que Volkan hubiese de lucirse para desviar la pelota al córner. Unos minutos después, otro pase largo a Drogba le dejó sólo ante la meta turca, pero una salida a tiempo de Volkan, que despejó desde fuera del área, evitó el segundo tanto del Chelsea.
La construcción del juego del Fenerbahçe se asemejaba, ante la presión inglesa, a una partida de damas con demasiados pases cortos hacia adelante y largos hacia atrás buscando los pocos huecos libres pues los jugadores del Chelsea bloqueaban con acierto todas las casillas.
El Fenerbahçe reclamó dos penales en la primera mitad pero el árbitro danés se mostró permisivo con la excesivamente dura marca del Chelsea. En la segunda mitad, el equipo de Zico salió motivado por los gritos de sus seguidores que parecían resucitar de la decepción del gol en contra. Pero también comenzaron a acusar el cansancio de atacar incesantemente contra la fortaleza inexpugnable en la que se había convertido la defensa del Chelsea y cada pérdida de balón fue aprovechada por los "blues" para crear peligro, bien con disparos desde todos los ángulos de Drogba o con jugadas muy bien enlazadas entre el alemán Michael Ballack, el ghanés Michael Essien y Joe Cole. Fue en una de las pocas ocasiones en que los "canarios" consiguieron despistar a la defensa del Chelsea con un pase desde el centro del campo de Mehmet Aurelio a Colin Kazim que batió al italiano Carlo Cudicini con un tiro a media altura, cuando los de casa consiguieron empatar el partido.
Los chicos de Zico querían más y se lanzaron al ataque, consiguiendo que el Chelsea retrasara sus líneas. Y la recompensa llegó: un impresionante disparo de Deivid desde la línea de tres cuartos que se coló por el lateral de la portería sin que Cudicini pudiese siquiera tocarlo, la remontada turca brillaba en el electrónico.
Finalmente, el Fenerbahçe, que por primera vez llega a los cuartos de final de la máxima competición europea, logró ganar a un Chelsea que, con sus estrellas y organización táctica, es un firme candidato a llevarse el título.Pero para ello deberán superar en Londres a un Fenerbahçe que, hoy por hoy, sueña con todo.
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