El Arsenal salió con fuerza durante los primeros minutos y suyo fue el gol que abrió la noche, pero tras el tanto del empate, los 'reds' se hicieron con el control del partido y condenaron al Arsenal a base de presión en el centro del campo y efectividad arriba.
Después de una discreta primera parte, Fernando Torres salió con otra cara tras el descanso. El delantero se encargó de llevar las ocasiones de mayor peligro a la portería del Arsenal y suyo fue el magnífico zapatazo que catapultó a los suyos hacia la victoria.
El tanto de Adebayor tras una maravillosa jugada de Theo Walcott resultó insuficiente, pues un grave error acabó por enterrar a los 'gunners'. El Liverpool no perdonó y, en un ejercicio de máxima efectividad, anotó los dos goles que sellaron la victoria ante un público entregado.
El equipo que dirige Arsene Wenger salió desde el pitido inicial en busca del gol que neutralizara el encajado en el Emirates Stadium. Así, el conjunto londinense aprovechó el desplazamiento de Steven Gerrard a la banda izquierda para hacerse con el dominio del balón en la medular.
La defensa del Liverpool supo controlar las primeras tentativas de Adebayor en punta, pero el asedio 'gunner' acabó dando sus frutos. Una jugada de peligro del togolés fue mal resuelta por la zaga 'red', que concedió de nuevo el balón al Arsenal. Fue entonces cuando Hleb aprovechó el desconcierto y pasó sobre la incorporación de Diaby, que resolvió con un fuerte derechazo que se coló entre Reina y el palo.
Como ya ocurriera en el partido de ida, los hombres que entrena Rafa Benítez reaccionaron tras verse por detrás en el marcador. Cumplido el ecuador de la primera mitad, el Liverpool ganó terreno y cercó la portería rival. Esta vez el error en el córner correspondió a los 'gunners', que permitieron a Hyppia conectar un cabezazo inapelable que se coló por la escuadra de la meta de Almunia.
El gol de la igualada revirtió la situación sobre el terreno de juego. Los 'reds', espoleados por el tanto, se volcaron al ataque. La nueva mentalidad, junto con la lesión de Flamini, permitió unos últimos minutos de claro dominio local que, finalmente, no se reflejó en el electrónico.
La llegada del descanso no frenó la iniciativa del Liverpool, que regresó de los vestuarios aún con la portería rival en el punto de mira. Mientras tanto, la gran presión ejercida en el centro del campo complicaba la salida del balón del Arsenal y reducía las opciones en ataque de la escuadra londinense a las bandas.
A todo ello, sumó una mayor participación de los puntas, donde Fernando Torres resultó una vez más decisivo. El ariete madrileño controló con el pecho un envío larguísimo de la defensa, se dio la media vuelta y empaló un derechazo cruzado ante el que Almunia no pudo hacer nada.
El quinto gol de 'El Niño' en Liga de Campeones obligó al Arsenal a buscar el todo por el todo. La entrada de dos hombres de banda como Walcott y Van Persie revitalizó al equipo. Fue entonces cuando llegó la jugada del partido. Theo Walcott cogió el balón en la frontal de área propia, sorteó a cuatro rivales y cruzó Anfield hasta llegar al área contraria, donde sirvió en bandeja el tanto del empate a Adebayor.
Pero la extraordinaria jugada del joven extremo inglés no encontró recompensa. Apenas un par de minutos más tarde, Touré cometió un absurdo penalti sobre Ryan Babel. Steven Gerrard, capitán 'red', no perdonó desde los 11 metros y ejecutó de forma magistral la pena máxima para volver a poner al Liverpool por delante.
En el tiempo añadido, llegó la estocada final. Con todo el Arsenal en campo contrario, un despeje del Liverpool dejó a Ryan Babel en un mano a mano frente a Cesc y Almunia. El delantero holandés tiró de zancada y potencia para poner el 4-2 que cerró un partido trepidante repleto de garra, velocidad y alternativas.
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