La Fiorentina mereció el pase a la final después de lo visto en el terreno de juego. Si bien la primera parte fue muy igualada, en la segunda los italianos fueron muy superiores a su rival, pero les faltó puntería de cara al gol para decantar la eliminatoria a su favor. Así, hubo de disputarse una prórroga y una tanda de penaltis para encontrar al finalista de esta eliminatoria, que finalmente y contra todo pronóstico será el Glasgow Rangers.
Los primeros 45 minutos fueron muy similares al partido de ida disputado en Escocia hace una semana. La posesión se repartió de forma pareja y ninguno de los dos se mostró lo suficientemente incisivo como para merecer un tanto, aunque los locales al menos lo intentaron.
Con 0-0 en el marcador al descanso, el conjunto viola, empujado por su público y consciente de su teórica superioridad, decidió ir a por el partido. Sus hombres de arriba, con Monteolivo y Mutu a la cabeza, comenzaron a combinar bien y las ocasiones se sucedieron en el área de un Rangers completamente encerrado.
Sin embargo, pese a las numerosas oportunidades de que dispusieron no fueron capaces de abrir el marcador y el cansancio comenzó a hacer mella, razón por la cual, ambos entrenadores movieron el banquillo en busca de dar frescura a sus equipos. Tampoco pudo ser. La 'Fiore' había dado todo y el Rangers disfrutó de sus primeras ocasiones, pero el encuentro estaba abocado a la prórroga.
Los escoceses habían cumplido su objetivo manteniendo el puesto frente a un equipo que le había superado en todas las facetas y se mostraron algo más cómodos en la prórroga. Los locales llegaron menos, pero llegaron, y podrían haberse adelantado por mediación de Vieri al comienzo de los primeros quince minutos, pero lanzó demasiado cruzado.
Con los de Prandelli desquiciados por su mala fortuna, un Rangers con diez tras la expulsión de Cousin en el segundo periodo del tiempo extra, pudo, pese a todo, colocar el 0-1 en el marcador en una jugada embarullada al final del encuentro pero no fue así y todo hubo de decidirse en la tanda de penaltis.
Allí, la igualdad en el marcador, protagonista en los 210 minutos disputados hasta entonces en la eliminatoria, no podía faltar. Comenzó perdonando Ferguson para los británicos y la Fiorentina encarriló la lotería con dos tantos consecutivos. Sin embargo, cuando todo parecía de cara para ellos, dos errores seguidos de Liverani y el veterano Vieri dejaron en los pies de Novo la oportunidad de sentenciar el pase escocés a la final.
El español, que había entrado al final de los 90 minutos, no perdonó e hizo historia al certificar la clasificación de los suyos, único equipo 'Champions' vivo hasta la fecha. De esta forma, el Rangers, que se enfrentará al Zenit de San Petersburgo, tendrá la ocasión de sumar su segundo entorchado europeo después de la extinta Recopa cosechada en la temporada 1971/1972, hace ya 36 años.
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