El Real Madrid vuelve a tropezar con la Vecchia Signora

(EP) El Real Madrid sucumbió ante una enérgica Juventus de Turín (2-1) en el estadio Comunale, prolongando el mal fario de los blancos ante el equipo bianconero, para cerrar la tercera jornada de la fase de grupos como segundo del H, después de un partido en el que le costó reaccionar a los goles de la Juventus, al inicio de cada parte, y en el que quedaron retratadas muchas de sus carencias.

Ni siquiera el impulso final, en el que dispuso de un puñado de oportunidades, incluido un disparo de Sneijder al palo, sirvió al Real Madrid para salvar un empate ante una Juventus que se rehabilitó a costa de los blancos, liderando el grupo con siete puntos, uno más que los de Chamartín.

El Real Madrid desperdició casi una hora de partido porque nunca encontró soluciones para combinar con velocidad en la medular y asistir a Raúl o Van Nistelrooy, que ejercían en la punta aunque el holandés se desgastó en exceso en la primera mitad reculando a una de las bandas.

Sin Robben, en el banquillo, los blancos fueron planos y además imprecisos, lo que aprovechó a la perfección una Juventus que consiguió el guión deseado a los cinco minutos. Un gol de Del Piero y el equipo replegado y no dejando jugar a los centrocampistas merengues.

Sissoko redobló esfuerzos para ahogar a Sneijder y Van der Vaart, y el Real Madrid caía siempre en el mismo error, constantes pérdidas de balón que favorecían el trabajo local. El equipo blanco circulaba con lentitud y la Juventus se relamía porque apenas sufría en su portería.

Además amplió su renta nada más iniciarse el segundo acto, en un nuevo error de la zaga merengue, un mal despeje de Pepe que terminó en un centro que remató a la red Amauri, con ayuda de Heinze. Era la segunda ocasión en la que llegaba la Juventus y convertía el segundo tanto.

Definitivamente la Juventus se echó atrás y el Real Madrid se vio obligado por la urgencia. Schuster dio entrada a Robben y el panorama cambió. El Real Madrid encontró una banda, la izquierda, y desatascó su dibujo. Sneijder y Van der Vaart encontraron entonces receptores a sus pases y la maquinaría blanca echó a rodar.

Van der Vaart y Robben, de cabeza, o Sneijder desde la frontal acariciaron el tanto, pero éste fue obra del mejor goleador de los blancos, Van Nistelrooy, picando un balón en el área pequeña. El dominio del Real Madrid fructificó en el marcador, pero el equipo blanco no consiguió ese arreón final que hubiera generado el empate.

Ahora los blancos se quedan como segundos de grupo, con seis puntos, y obligados a vencer a la Juventus en el estadio Santiago Bernabéu para aspirar a la primera plaza porque ambos equipos se han beneficiado del empate previo entre el Zenit y el BATE, que están con uno y dos puntos respectivamente.