Los juveniles se enfrentaron con la policía canadiense porque no les permitieron acercarse a los hinchas y familiares afuera del estadio. Los agentes respondieron con gases lacrimógenos y uno de los chicos recibió una descarga eléctrica. Hay nueve detenidos.El partido -que se jugó en el Estadio Nacional de Fútbol de Toronto- terminó con la expulsión de dos jugadores chilenos y la victoria argentina por 3-0.
Un miembro de la organización, que prefirió mantener el anonimato por no ser el portavoz oficial, señaló a Efe que la policía se vio obligada a utilizar gases lacrimógenos contra varios jugadores y al menos uno de ellos recibió la descarga eléctrica de una pistola "taser".
Los incidentes se iniciaron cuando los jugadores chilenos procedían a subirse al autobús que les debería haber llevado a su hotel e intentaron acercarse a los hinchas chilenos que les esperaban tras una valla. Los servicios de seguridad indicaron que las reglas de la organización no permitían a los jugadores acercarse a las vallas momento en el que se produjeron varios manotazos entre unos y otros que terminaron con el derribo de uno de los jugadores chilenos al suelo y el empleo de gases lacrimógenos.
Varios testigos presenciales señalaron que al menos entre 10 y 12 jugadores -"prácticamente todo el equipo", según un voluntario de la organización- fueron detenidos por la policía canadiense y se les vio con las manos en las espaldas como si estuviesen esposados. La policía también cerró el centro de prensa y evitó que los medios de comunicación en el interior saliesen al exterior del estadio. Un portavoz oficial de la FIFA se negó a ofrecer detalles sobre los incidentes y se limitó a señalar que posteriormente la organización emitirá un comunicado oficial sobre lo sucedido.
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