El héroe de la séptima Champions League del Milan, Filippo Inzaghi, está de descanso y lejos de la pelota. Los flamantes campeones europeos tuvieron casi dos meses de vacaciones, ya que el plantel se juntará para empezar la pretemporada el 23 de julio en el predio de Milanello.
En entrevista para el periodico deportivo argentino "Ole", Pipo, comentaba lo que será el Mundial de Clubes que se disputara a fin de año, ante una posible final Boca-Milan.
-¿Van por otra vendetta como ante Liverpool?
"Es cierto, el triunfo contra los ingleses lo tomamos como una gran revancha, hay que ser sinceros. Fue increíble perder así en el 2005 en Estambul (NdeR: Milan ganaba 3-0 en el primer tiempo, en el complemento el Liverpool empató 3-3 y ganó por penales) y de la misma manera vamos a tomar el desafío con Boca, si es que finalmente nos cruzamos en la final. Sí, hay clima de otra gran revancha. Por más que falte tiempo, queremos vengarnos", dice este goleador que ostenta 210 gritos (127 en 286 partidos por la Serie A, 25 en 55 partidos con la Selección y 58 en copas europeas).
Encima, para condimentar la vendetta, Milan hace mucho, desde 1990, que no sale campeón del mundo: perdió las últimas tres finales y de la generación histórica sólo Paolo Maldini pudo ganar la Intercontinental (fue en 1989 frente a Nacional de Medellín y en el 90 ante Olimpia de Asuncion). "Paolo tiene 39 años y ésta puede ser su última chance. Le queremos dar otra alegría a nuestro capitán, que no pudo en el 93 contra San Pablo, en el 94 contra Vélez y en el 2003 contra Boca".
Inzaghi es un enfermo del fútbol: sabe todo y está en cada detalle. Y, por supuesto, del Boca 2007 está bien al tanto:
"La verdad, me impresionó en la final de ida contra Gremio: ganó jugando bien, con una tremenda seguridad en defensa y la calidad de siempre en ataque. Y, como de costumbre, mucho mérito lo tuvieron los hinchas. Son fantásticos. Creo que jugar en la Bombonera debe ser una emoción increíble", apunta. Y cuenta un detalle: justo se dio la casualidad de que el día de la primera final, en la Argentina, había un Inzaghi: "Giancarlo, mi papá, estaba allá. Se había ido al sur a cazar con amigos. Me contó que el país fue una fiesta".
—¿Qué jugador te gusta más de este Boca?
—Rescato la gran trayectoria de Martín Palermo, con el que, mas allá de las diferentes características físicas y técnicas, tengo algunas cosas en común: los dos vamos para los 34 años, sufrimos graves lesiones, siempre cumplimos frente al arco... Me gusta mucho Palacio, también. Por su rapidez, es el acompañante ideal de un centrodelantero como Palermo. Pero el jugador que me encanta es Riquelme, por su pegada, por su personalidad. Si se vuelve a España, para el Milan será una gran noticia... Ojalá.
—¿Va a ser un partido diferente al del 2003?
—Boca cambió mucho. Y, por suerte, sobre todo en el banco no está más Carlos Bianchi (NdeR: al Milan le sopló dos Intercontinentales y quedó invicto con la Roma, un triunfo y un empate, en la 1996-97) y creo que de los que estuvieron en Yokohama, sólo está Battaglia. En cambio, nosotros somos los mismos.
—¿Qué les pasó en el 03?
—No siempre hay respuestas. Tanto en el 2003 como dos años después por la Champions, el Milan, a nivel individual, era más que Boca y Liverpool. Pero perdimos los dos partidos, por penales. Y lo lindo del fútbol es que te da revancha...Inzaghi aporta un dato más para sazonar esa gran revancha y dar al Milan como favorito: "Da la casualidad que yo no jugué en Estambul, cuando perdimos con el Liverpool, y sí jugué en Atenas cuando la ganamos. Y tampoco estuve de titular ante Boca porque arrastraba una lesión. Entré al final. Espero que Ancelotti ahora me dé la oportunidad de arrancar de titular. Hay que cuidar las cábalas...", se sonríe.
¿Quién reirá mejor en Japón?
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