(Dyn) Boca Juniors dejó una copa, la Panamericana, en manos ajenas, porque el Cruz Azul mexicano le ganó 3-1 en el estadio de la Universidad de Phoenix, en Arizona, Estados Unidos.
El gol xeneize lo convirtió con oportunismo Mauro Boselli a los 25 minutos del primer tiempo, pero Israel López empató sobre el epílogo de ese episodio al ejecutar de un modo espléndido un tiro libre. El argentino César Delgado, la indiscutible figura de la cancha, desde el borde del área grande desniveló en favor de los aztecas y el golpe definitivo lo aplicó otra vez López, de nuevo de tiro libre. Todo un francotirador.
El primer tiempo no fue bien jugado y tuvo sus mayores condimentos en los minutos finales. Fue entonces que Cruz Azul logró empatar el partido y Boca tuvo chances para marcar su segundo tanto.
Al principio Boca tomó la iniciativa y con los desbordes de Jesús Dátolo y Neri Cardozo complicó a la defensa mexicana.
A los 25 minutos, el conjunto de Miguel Angel Russo tuvo la primera emoción del partido. Dátolo desbordó por izquierda, tiró el centro rasante y Boselli definió con el arco libre.
A partir de ese momento Cruz Azul creció futbolisticamente, sobre todo por la rapidez y habilidad del atacante argentino César Delgado, quien le causó problemas al tucumano Juan Krupoviesa.
De todos modos, el resto de la retaguardia auriazul mostró firmeza y le sirvió de soporte al equipo para tratar de aumentar la ventajas por la vía de la réplica.
En el último minuto del primer tiempo, López ejecutó un perfecto tiro libre que se metió al lado del palo derecho de Pablo Migliore.
El resultado era justo porque ninguno había hecho demasiado para superar al otro. Así y todo, Boselli definió de derecha al fondo del arco, a los 47, pero el juez de línea le anuló el tanto por considerar que el delantero había bajado el balón con el brazo izquierdo.
Al comienzo de la segunda etapa el Chelito Delgado aumentó su importancia en el cotejo y el conjunto de Russo pasó sus peores momentos desde que puso en marcha su participación en esta competencia internacional.
Pero los aztecas dejaron pasar la ocasión y Boca de a poco mejoró su imagen.
Al entrenador del campeón de la Copa Libertadores de América le estaban dando resultados los ingresos del paraguayo Claudio Morel Rodríguez (por Krupoviesa) y el uruguayo Alvaro González (por Neri Cardozo) y la situación pareció que tendía a recomponerse.
Pero de repetente, a los 27, el Chelito volvió a ganar por el sector derecho y su disparo desde el borde del área grande, tras desviarse en un adversario, ingresó abajo y a la izquierda de Migliore.
En desventaja entró Bruno Urribarri para refrescar al conjunto, pero con la salida de Jesús Dátolo se perdió a uno de los generadores de fútbol.
Boca salió con todo a buscar la igualdad, pero también se notó que todavía lo afecta la pretemporada.
Fue Boselli quien más complicó a los mexicanos, pero los del uruguayo Sergio Markarian resistieron y con otro disparo de López consolidaron la victoria.
Así los de la franja horizontal color oro tuvieron que pasar por una situación inhabitual, nada menos que dejar una copa en manos de otros.
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