El Milán también sufre las amenazas del Calcio

(Efe) El Milán, como hace unas semanas le aconteció al Inter, lo que provocó la apertura de una investigación policial, ha recibido en su sede social una carta con protestas e insultos y en cuyo interior se encontraba un proyectil de fusil de caza. El sobre, según se ha informado, llegó ayer sobre las 13.30 hora local (12.30 gmt) a la sede social del Milán, siendo inmediatamente entregado en una comisaria.

Dentro del mismo, junto a un proyectil de caza, había un folio con las quejas de un grupo de aficionados denominados "Brigate Rossonere Toscana" al equipo y con la invitación a Adriano Galliani, vicepresidente del club, a "cambiar de jugadores".

En la misiva, además, el grupo (desconocido en los ambientes milanistas) también arremete contra el técnico Carlo Ancelotti, el meta brasileño Dida y con otros jugadores. No obstante, en las frases no habría amenazas y si insultos.

El pasado 13 de marzo llegó a la sede del Inter de Milán una carta que contenía amenazas contra el presidente Massimo Moratti, el técnico Roberto Mancini, Gabriele Oriali (consejero de mercado interista) y Guido Rossi (entonces comisario extraordinario federativo), así como a sus respectivas familias, y estaba acompañado con un casquillo calibre 8 (posiblemente de proyectil de fogueo) y algunos balines de caza.

La presencia del casquillo y de los perdigones causó alarma en el Inter, que decidió denunciar al día siguiente ante la policía lo acontecido.

Cabe recordar que la presencia de balas en una carta es uno de los símbolos utilizados por la criminalidad organizada a la hora de amenazar seriamente a alguien. Sin embargo, la policía descartó que se tratase de un acto mafioso (no suelen enviarse perdigones ni casquillos de proyectil de salva) y se inclina más por una acción de los "tifosi" (aficionados). Incluso calificó el 21 de marzo las amenazas de "bajo perfil".

La Fiscalía de Milán, que indaga el caso, según indicó, no deseaba dar poco valor a dichas amenazas, pero consideraba que estaban dentro de una amplia serie de reacciones y protestas llegadas a la sede del Inter tras las sentencias que la justicia deportiva impuso este verano por los casos de fraude deportivo en el fútbol italiano.

Unas sentencias que, en lo deportivo, beneficiaron notablemente a un Inter al que, por ejemplo, se le otorgó el título liguero 2005-06 al ser tercero en la clasificación debido a las sanciones al Juventus (teórico campeón) y Milán (segundo); ambos entre los acusados y castigados por el fraude deportivo.