No es que los hechos no sean lo suficientemente graves como para salir en la portada a primera plana, pero en estos temas creo que las exageraciones o el adelantar acontecimientos sobran. No es la primera vez que lanzan un botellazo en un campo de fútbol ni que alguien cae como consecuencia de un impacto y pierde el conocimiento.
Si cada vez que ocurren estas desgracias nos pusiéramos a preguntar que pasaría si se mueriera fulanito o menganito, las páginas de los diarios se convertirían en una especie cementerio virtual de lo que podía haber sido y no fue. Porque vamos, no es por quitarle hierro al asunto, pero recuerdo la entrada brutal de Javi Navarro a Arango la temporada pasada y claro, al diario Marca no se le ocurrió decir o insinuar que podría haber muerto por la gravedad del asunto (tardó un mes en recuperarse), sino que se limitó a contar los hechos y desearle una buena y rápida recuperación. Ahora claro, como a posteriori ya se sabía que Juande estaba bien, que el impacto del botellazo aunque tremendo no acarreó ningún problema mayor más que el siempre malsonante nombre de traumatismo craneoencefálico, pues vamos a contar con el beneplácito de los guardianes pretorianos de la Sr. Muerte y, aprovechando que las guadañas no están afiladas, juguemos con ella a lanzar futuribles imposibles para amedrentar al personal.
Creo que lo que pretende Marca no es otra cosa que llamar la atención sobre los hechos acaecidos con un titular impactante, pero por favor, dejemos a la señora Muerte a otro lado y busquemos algo menos amarillo y tenebroso.
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